EL PAíS › EL GOBIERNO POSPUSO POR DIEZ DIAS EL ANUNCIO DE LA NUEVA CANDIDATA
Más ansiedad alrededor de la Corte
El Presidente aún no se decide por alguno de los aspirantes. Beliz dijo que no hay plazo estricto para oficializar la postulación.
Por Irina Hauser
El presidente Néstor Kirchner no anunciará hasta el fin de la semana que viene quién es su nuevo candidato para la Corte Suprema. En realidad, explican en su entorno, todavía no se decidió por nadie aunque seguiría dando vueltas alrededor de la misma lista de mujeres, de perfiles diferentes unas de otras. Para enfriar las expectativas, el ministro de Justicia, Gustavo Beliz, salió ayer a decir que “no hay un plazo estricto” para oficializar la postulación.
El fin de semana pasado, el Gobierno aseguró que esta semana, ayer a más tardar, se conocería el nombre propuesto por Kirchner para ocupar la vacante que dejó Eduardo Moliné O’Connor, destituido el 3 de diciembre. Pero el Presidente estaba indeciso y luego sobrevino el encontronazo con Estados Unidos, que cambió el foco de atención. Aunque el famoso decreto 222 habla de un plazo “máximo de 30 días” para oficializar al posible juez, no especifica si se trata de días corridos o hábiles. Para postular a los penalistas Carmen Argibay y Eugenio Raúl Zaffaroni se aplicó la primera opción, pero esta vez la interpretación es flexible.
Kirchner informó el martes a la noche a sus colaboradores más cercanos que dirá a quién propone para la Corte “dentro de diez días”. Beliz, en un acto que encabezó ayer en la Escuela de Suboficiales de la Policía Federal, en Paternal, ratificó públicamente la postergación aclarando que “en el transcurso de los próximos días habrá alguna novedad”.
¿Qué es lo que no convence al Presidente de la lista de juristas que viene manejando? La camarista civil Elena Highton de Nolasco, una de las mencionadas con más fuerza, viene impulsada por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y también por Beliz. Su estilo conservador –distante del progresismo del derecho en que se enrolan Argibay y Zaffaroni– y su adhesión a los sectores de centro-derecha en la Asociación de Magistrados hacen dudar a Kirchner. La jueza de la Corte bonaerense y especialista en seguridad social, Hilda Kogan, también venía “bien posicionada”, pero su afinidad con el radicalismo y el aval que tendría de parte tanto de Raúl Alfonsín como de Eduardo Duhalde hacen temer una lectura política de su elección que el santacruceño preferiría evitar.
Un funcionario con llegada al Kirchner contó que la candidatura de la jueza mendocina Aída Kemelmajer de Carlucci fue reflotada en los últimas días, “al punto de quedar en tercer lugar”, describió. En el Gobierno, contó, temen críticas porque su marido tiene uno de los estudios de abogados más grandes de la provincia. No faltaron voces oficiales que objetaran: “¿A quién evaluamos, a ella o a su esposo?”. En medio de las dudas presidenciales apareció también el santafesino Ricardo Lorenzetti.
En el análisis de otro hombre del Ejecutivo, Kirchner siempre habló de priorizar perfiles progresistas y por eso también pensó en la rosarina Ana María Figueroa, abogada de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, y en la jueza del superior tribunal porteño Alicia Ruiz.
Nada está dicho y aún pueden aparecer nuevos personajes para esta historia. Evidentemente, Kirchner debe decidir si quiere incluir algún “contrapeso” en la Corte, en relación a quienes propuso hasta ahora. Beliz dijo ayer, al referirse a Argibay, que cree que el tribunal debe expresar “pluralidad de pensamientos ideológicos y culturales”.