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“Lo importante es que la señora Bonafini declare ante la Justicia porque somos todos iguales ante la ley”, dijo el presidente Mauricio Macri sobre la orden de captura contra la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. Como jefe de Gobierno de la comuna porteña Macri eludió en cuatro oportunidades declarar en la causa por la UCEP, el grupo de tareas que maltrataba a gente en situación de indigencia y nunca la Justicia le dictó orden de detención. Habilitados por su palabra, la vicepresidenta Gabriela Michetti se confesó “triste” por la actitud de Hebe de Bonafini y la acusó de “manipular” el organismo de derechos humanos. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, reclamó entender que “cuando un juez pide la presencia de cualquier ciudadano hay que ir”. Michetti y Peña declararon su apego a la ley en un acto junto al intendente de Lanús, Néstor Grindetti, el ex secretario de Hacienda del gobierno de Macri en la Ciudad de Buenos Aires que ejerció ese cargo durante ocho años, cuatro de los cuales pendía sobre él un pedido de captura internacional por no presentarse ante la Justicia de Brasil.

El ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, hizo mérito en las filas de Cambiemos y exigió que “nadie se esconda detrás de los pañuelos para dar respuesta en la justicia”. El crescendo de los líderes de Cambiemos y como contracara el respaldo de la dirigencia kirchnerista se mantuvo mientras la orden de captura dictada por el juez Marcelo Martínez de Giorgi estuvo vigente. Pasado el mediodía, el magistrado revio esa decisión y acordó con los abogados una nueva fecha para la indagatoria a Hebe de Bonafini que se concretará la semana próxima en la sede de Madres.

Desde el el Frente para la Victoria, el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, pidió que “independientemente de lo que corresponda o esté establecido de manera institucional a través del Poder Judicial, creo que hay que buscar un criterio de racionalidad y cordura” y señaló “me causa dolor y tristeza ver en este contexto a una luchadora de los derechos humanos como Bonafini y ver lo que está pasando hoy con Madres que superan los 90 años en algunos casos”.

Los dirigentes que anteayer acompañaron a las Madres reiteraron su crítica a la actitude del Poder Judicial. El diputado Andrés “Cuervo” Larroque calificó de “actitud irracional por parte del partido judicial” como “mandadero” del Gobierno la orden de detención, y denunció que tanto Bonafini como otros dirigentes del kirchnerismo sufren “persecución” por parte de la administración de Mauricio Macri. El ex vicepresidente Amado Boudou consideró que el requerimiento judicial a Bonafini es “un avance sobre los líderes populares”, en un caso “similar a lo que sucede con Milagro Sala”, la dirigente jujeña presa desde enero pasado.