EL PAíS
“Por nuestra formación, somos letales en nuestras acciones”
El almirante Jorge Godoy solicitó a la Secretaría de Seguridad que se haga cargo de la custodia del acto en la ESMA, apelando a esta argumentación. Las órdenes a la Policía Federal.
Por Raúl Kollmann
El jefe de Estado Mayor de la Marina, almirante Jorge Godoy, envió una nota a la Secretaría de Seguridad advirtiéndole sobre “posibles hechos que se puedan producir en el acto del 24 en la ESMA” y pidió que la custodia de la concentración esté a cargo de la Policía Federal. “Ya se sabe que por nuestra formación, somos letales en nuestras acciones”.
En términos literales, la frase de Godoy podría entenderse como una referencia a que las Fuerzas Armadas están preparadas para matar en la guerra, que según la Ley de Defensa solo puede ser externa. En términos políticos, suena como una confirmación ante los propios marinos de su discurso reciente en el que calificó de aberrante la represión ejercida durante la dictadura.
Sin que quede claro el origen, el fin de semana empezó a circular una ola de rumores según la cual en el acto de mañana miembros de Quebracho podrían provocar actos violentos. Sectores de la Marina descontentos con el discurso de Godoy incluso alertan sobre la posibilidad de pintadas dentro de la ESMA, imaginan la reacción de algún marino y hasta barajan un enfrentamiento armado.
Se trate de intoxicación o no, más allá de los rumores, anoche Godoy resolvió que no haya ninguno de sus hombres a la vista durante el acto. Incluso podría desalojar de uniformados todo el predio. La única duda era si quedarán efectivos para custodiar la armería y otros puntos internos o también esas áreas correrán por cuenta de la Policía Federal.
En verdad, como fuerza armada la Marina tiene facultades para hacer la custodia dentro de la ESMA. En teoría el operativo de seguridad debería estar a cargo de la Policía Naval, que no lo hará para no facilitar ningún enfrentamiento.
Lo sorprendente no es la carta de Godoy a Norberto Quantín sino el nivel de versiones de intoxicación que circulaban ayer con el fantasma de Quebracho:
- Una decía los organismos amparan a Quebracho y harán entrar a los militantes violentos para que hagan un desastre dentro de la unidad como venganza.
- La segunda versión, más benigna, señalaba que los militantes de Quebracho ingresarán por cuenta propia y una vez adentro realizarán una provocación que llevaría a la respuesta “letal” de los marinos.
El operativo de acción psicológica es grave si se tiene en cuenta que la hipótesis de la supuesta escalada debería derivar en un enfrentamiento. Pero si la entrada de cualquiera es insultante o provocadora para los marinos pero no armada, ¿alguien en su mente está pensando en un choque con armas?
La salida de escena de la Policía Naval desarmaría, así, cualquier excusa y evitaría que la intoxicación se convierta en una profecía autocumplida.
La Secretaría de Seguridad ya resolvió que será la Policía Federal la que esté a cargo del operativo, tanto afuera como dentro de la unidad. Anoche había intensas reuniones para resolver todos los detalles. Por de pronto, la Marina decidió que ninguno de sus hombres esté expuesto a la vista o el contacto con los participantes de la concentración. Solo quedaba por decidir si la Policía Naval conservaría las áreas de custodia ya mencionadas.
La Policía Federal desplegará pocos efectivos a la vista, cumplirá órdenes de no enfrascarse en ningún tipo de choque con los que participen del acto y seguramente instalará vallas para impedir que los manifestantes ingresen en áreas que no están previstas como ámbitos del acto.