EL PAíS
“Argentina empieza a ser mirada con otros ojos”
El Presidente hizo un balance “positivo” del viaje a Estados Unidos. Consideró que, a pesar de las diferencias, se logró un diálogo franco. Sus colaboradores evaluaban las consecuencias por sus apreciaciones sobre las petroleras.
Por Felipe Yapur
Néstor Kirchner finalizó ayer su tercera gira a los Estados Unidos desde que asumió como Presidente. El balance, para los colaboradores presidenciales, “es positivo”. Rescatan la buena comunicación que lograron con los sectores empresarios e incluso con el economista Paul Krugman. Sin embargo, las consecuencias políticas que generaron en Buenos Aires algunas frases presidenciales han conseguido preocupar a más de un integrante del staff presidencial. Sobre todo por el conflictivo desarrollo que tuvo la audiencia pública del Enargas realizada inmediatamente después de que Kirchner confesara que la petrolera Repsol es una de las firmas que están “extorsionando” al Estado por las tarifas. Sin embargo, y más allá de lo que opinen sus colaboradores, para Kirchner a “la Argentina han comenzado a mirarla con otros ojos”.
- Empresas, empresarios y el Estado. Los encuentros con los ejecutivos de las empresas que están radicadas en el país y las del mundo financiero sólo despiertan sonrisas entre los hombres del Presidente. “Logramos un diálogo franco, sincero a pesar de las diferencias que podamos tener”, dicen, y resaltan que todo se debe a que el Gobierno está sentando las bases que les garantizará a las empresas un horizonte estratégico para las inversiones. “Pero donde el Estado funcione, ponga las reglas y controle más allá del gobierno de turno”, les recalcó Kirchner a su gente ayer por la mañana en uno de los bares del hotel Península donde estuvo alojado junto a su esposa Cristina Fernández de Kirchner.
Así, aquellos encuentros con empresarios –donde el Presidente buscó dejar en claro cuál es el objetivo de su Gobierno– han provocado que el patagónico asegure que “la Argentina ha comenzado a ser mirada de otra forma”. La frase está íntimamente relacionada con el contenido de los discursos que Kirchner pronunció frente a los integrantes del BID y del Council of the Americas. Allí reiteró la paradoja de que mientras el país se encaminaba a la crisis contaba no sólo con una buena reputación internacional, sino que también recibía fondos de los organismos multilaterales. En cambio ahora, repitió el jefe del Ejecutivo, la economía crece, pero en absoluta soledad y con muy mala reputación en el exterior.
- Comprendiendo al adversario. No fueron duros los choques que Kirchner mantuvo con los bonistas que participaron de los encuentros con el Presidente. Siempre buscó explicar cuál es la razón por la que ha decidido no moverse un ápice de la quita del 75 por ciento para demostrarles que la propuesta no es fruto de la improvisación. “Al que le deben siempre quiere cobrar más, y el que debe quiere pagar menos. Ahora bien, no soy Mandrake como para saber si ellos (los bonistas) aceptarán nuestra propuesta”, dijo mientras lo escuchaban con atención los diputados Jorge Argüello y José María Díaz Bancalari, los senadores Ramón Puerta y Oscar Castillo (UCR) y el gobernador Jorge Busti.
- Mi amigo Krugman. La charla abierta con el economista heterodoxo Paul Krugman es considerada por el Presidente –además de la reunión del Comité Judío Americano– como uno de los mejores momentos del viaje. El profesor de la Universidad de Princeton piensa en el mismo sentido. Según comentaron organizadores del encuentro, Krugman se retiró del salón conforme y sorprendido por Kirchner. Lo que todavía no está definido es cuándo se desarrollará la segunda parte de la charla que pidió el patagónico, quien consideró que fue poco el tiempo que tuvieron para analizar las cuestiones políticas y económicas del país.
- La crisis energética. Durante su gira, Kirchner no sólo reconoció explícitamente la existencia de una crisis; también identificó por primera vez a las empresas que extorsionan al Gobierno. El solo hecho de pronunciar Repsol provocó que en Buenos Aires se desatara un revuelo que se tradujo en una conflictiva audiencia pública que organizó el Enargas. Las noticias que llegaron de la Argentina generaron preocupación en la delegación presidencial. Kirchner no se arrepiente de sus dichos, pero considera que institutos como las audiencias deben ser cuidados porque son resortes que garantizan la democracia. “Hay que plantear posiciones fuertes, pero en el marco de la democracia. Hay que debatir, pero no deslegitimar”, reflexionó el Presidente ante sus colaboradores. En ese espacio, Kirchner reconoció que hay razones entre las organizaciones que defienden los intereses de los consumidores para desconfiar de las empresas e incluso del plan que anunció el Gobierno para evitar el derroche de energía. En base a ello, ayer les dijo a su comitiva que es preciso dejar bien en claro que “no hay aumento encubierto sino que el objetivo es el ahorro y no la recaudación”.
- La alternancia y el frente. La distancia provoca a veces la posibilidad de pensar en voz alta. Ese podría ser el motivo por el que el Presidente sorprendió a los que lo acompañan con una reflexión sobre el bipartidismo. “No es bueno porque se corre el riesgo de gobernar gracias a los pactos”, lo escucharon decir. La frase podría estar dirigida tanto a Raúl Alfonsín como a Duhalde, dos de los mayores exponentes políticos que promueven y defienden el bipartidismo. Kirchner no los nombró, sólo dijo que su mayor aspiración es modificar el sistema político argentino y les deslizó a su gente un deseo: “Quiero construir un frente donde participe incluso el justicialismo”. No avanzó mucho más, tal vez porque considera que es necesario ir mostrando de a poco las cartas. “Cuando le pedimos más detalles, sólo nos repitió una frase del general Perón: ‘El peronismo siempre fue un movimiento evolutivo’, y agregó que algunos lo quieren estratificar en la historia”, confió uno de los hombres que acompañan al patagónico. La frase, sin duda, sonó a definición de aquellos que participaron de la reunión en San Vicente con Duhalde como anfitrión para conversar sobre el traslado de los restos de Perón y Eva Duarte al mausoleo que se está construyendo en ese lugar.
- Bromas presidenciales y la real política. “La transeternidad” y el “grupo mausoleo” son dos frases que surgieron de la boca presidencial. Menudo revuelo provocaron en las cabezas del duhaldismo, el delasotismo e incluso entre los hombres del senador Carlos Reutemann esos trascendidos. Así, todos ellos, incluido Díaz Bancalari, formarían parte de esa especie de nueva corriente interna del peronismo. Enterados de lo sucedido, los hombres del Presidente consideraron un exceso los enojos, e incluso el Presidente, cuando recibió los comentarios, les dijo que “es preciso descontracturar las relaciones. Las bromas son sólo eso, no hay que magnificar”, señaló.