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Si alguien esperaba precisiones sobre las “mafias” policiales, judiciales y de la SIDE que denunció el ex ministro de Justicia Gustavo Beliz, tendrá que quedarse con las ganas o saber que no vendrán de su parte. En su primera cita como testigo en los tribunales federales, el ex funcionario relativizó –aunque sin negarlas– las acusaciones que lanzó cuando todavía estaba en el gobierno y apenas dejó su cargo. “El concepto de mafia estuvo referido a un contexto estrictamente político y asociado a una resistencia corporativa”, dijo en alusión a las reacciones al plan de reformas en Justicia y Seguridad.
Beliz tuvo que declarar ante el fiscal Gerardo Pollicita, que lo convocó para que diera detalles sobre “las mafias de la policía y la Justicia” que había mencionado en declaraciones al diario La Nación cuando aún era ministro. La causa se abrió con una denuncia de otro fiscal, Carlos Stornelli, quien pidió investigar “la posible comisión de hechos delictivos”. El horizonte del expediente se amplió cuando Beliz, al ser echado, multiplicó por otros medios sus reproches, que tocaron a la SIDE.
Pollicita resumió su impresión del interrogatorio así: Beliz “tampoco manifestó mucho”. No lo había citado como sospechoso, sino como testigo para que diera información. Cuando le pidió nombres que integrarían las supuestas mafias, el ex ministro dio una respuesta genérica. “Dijo que no había ninguna persona para hacerle una imputación en cuanto a actividad mafiosa. Remarcó que sus dichos eran en un contexto político”, señaló el fiscal, a quien el juez Rodolfo Canicoba Corral delegó la pesquisa.
En tribunales, circulaban comentarios que comparaban a Beliz con Antonio Cafiero en la causa de los sobornos. “Hablan y hablan, pero después no traen precisiones de nada”, decía un grupo de funcionarios judiciales.
¿Qué fue concretamente lo que sostuvo Beliz ayer bajo juramento?
- “La referencia a mafias la formulé en un plano estrictamente político y no hice sino reflejar el sentir de una inmensa proporción de la opinión pública que en estos últimos años ha visto suceder innumerables escándalos en los planos políticos, judiciales, legislativos e institucionales”, sostuvo el ex ministro.
- Cuando le pidieron que individualizara responsables de la policía, la Justicia y la SIDE, no dijo nada nuevo sino que repasó sucesos ocurridos en su gestión: la denuncia de la Oficina Anticorrupción contra el ex jefe de la Federal Roberto Giacomino, por favorecer a empresas ligadas a su familia, las denuncias contra el juez Juan José Galeano y la SIDE por las irregularidades en la causa AMIA, la intervención del Poder Judicial en Santiago del Estero, entre otros temas. Se atribuyó también “la puesta en marcha”, el rastreo de las cuentas de Carlos Menem en Suiza y subrayó la renovación de la Corte Suprema, pero no estableció sus lazos con mafias.
- Se quejó “por las manifestaciones generadas desde la Justicia Federal” contra la unificación de los fueros penales que impulsó su gestión. No dio datos concretos de que alguien quisiera desplazarlo, como había dicho.
- Sobre la SIDE, advirtió “el carácter vidrioso de su funcionamiento”. Provocador, comparó sus cuestionamientos con los que hizo Néstor Kirchner “cuando en ocasión de su campaña electoral acusó a sus integrantes, los mismos que hoy manejan la SIDE, de realizar campañas sucias en su contra”. Volvió a sentar sospechas sobre un incremento presupuestario de 100 millones de pesos que dice que la central tuvo en 2003 por decreto e insistió en que se lo debe cotejar con “gastos electorales”.
Ahora Pollicita tiene que analizar si hay algún elemento para que Beliz pase de ser testigo a imputado y si llama a declarar a otros funcionarios. En otros juzgados lo investigan por revelar un secreto de Estado –al haber mostrado en TV la foto del jefe de Operaciones de la SIDE– y por posible omisión de denuncia.