EL PAíS › GABRIEL GAITA NARRO SU CAUTIVERIO, QUE INCLUYO SIMULACROS DE FUSILAMIENTO

“Lo peor es no saber qué va a venir”

Estuvo los diez días atado a una cama, tapado con una sábana, en medio de las ratas y amenazado por sus secuestradores. “Todavía estoy temblando”, confesó el empresario de Lanús. La policía cree que la banda está vinculada con el prófugo por Garnil.

“Todavía estoy temblando, uno no sabe si está dormido y le van a tapar la boca para que se ahogue.” Gabriel Gaita relató ayer el espanto vivido en su cautiverio, que incluyó simulacros de fusilamiento, amenazas de cortale las manos y ratas que le caminaban a su alrededor. El empresario liberado el sábado a la noche contó que permaneció los diez días del secuestro atado a una cama, con los ojos vendados. Y que sus captores se estimulaban “fumando marihuana y escuchando cumbia villera”. Según fuentes policiales, se trata de una célula de la banda que lidera Cristian “Hígado” Muñoz, prófugo por el secuestro de Nicolás Garnil, y que concretó el nuevo golpe para realizar una fuerte operación de narcotráfico (ver nota aparte). Además, se sospecha que entre los secuestradores hay un ex integrante de una fuerza de seguridad. Hasta anoche no había ningún detenido en el caso. Gaita agradeció a los gobiernos nacional y provincial y confirmó que su familia pagó rescate, aunque evitó confirmar la cifra.
Al brindar detalles de su secuestro, Gaita relató que cuando lo capturaron su auto fue interceptado por tres vehículos: “Me encerraron y se bajaron dos personas, a cara descubierta, uno con una ametralladora y otro con revólver, y me dijeron que subiera”. El empresario reveló que los secuestradores lo tenían “atado en las piernas y las manos con precintos”, con los ojos vendados, acostado los diez días en una cama, y que le “daban de comer bien”. “Lo peor fue la incertidumbre, no saber lo que va a venir, la presión de ‘si tu familia no cumple te vamos a matar’”, relató.
“Yo lo que rezaba era que mi hermano, bueno, que hizo el pago del secuestro, se coordine” con los delincuentes, dijo Gaita y aseguró que su temor también se debía al nerviosismo que tenían sus captores, debido a la inexperiencia que mostraban. “Las horas son una eternidad, las horas no pasan más, y conociendo cuál es el manejo de los tiempos de ellos que hablaban de noche” y “sabiendo que si no se solucionaba” tenía “que esperar... uno va contando... son momentos en que uno se va deprimiendo más”, dijo Gaita, que contó que lo dejaban escuchar la radio.
El empresario de Lanús narró que en el lugar donde estaba cautivo las ratas le caminaban “por el costado” y estaba tapado con “una sábana, muerto de frío a la noche, porque estaba en un descampado; miraba el techo de chapa y me preguntaba qué había hecho yo para pasar esto”.
Los secuestradores se estimulaban “fumando marihuana” y “escuchando cumbia villera” que los hace “más fuerte”, dijo Gaita y aseguró que coincide con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien días atrás despertó una polémica al vincular la delincuencia con este tipo de música.
“Todavía estoy temblando, uno no sabe si está dormido y le van a tapar la boca para que se ahogue”, dijo el empresario, quien contó que los delincuentes le gatillaban con un arma, “destrabando el revólver en la cabeza”.
Luego Gaita agradeció “al Presidente (Néstor Kirchner), al gobernador (de Buenos Aires, Felipe Solá) y a los medios” de prensa, opinó que a pesar de lo vivido no piensa en mudarse y que seguirá “luchando con el trabajo como siempre” ya que él y su familia son “gente de trabajo y es lo único que sabemos hacer”. “El defecto que me tocó vivir es invertir acá en la Argentina, estar acá, tratar de crear una marca, de generar fuentes de trabajo”, aseguró y consideró que “nos tendrían que proteger y agradecer, no premiar con esto”.
Gaita anticipó que participará de la marcha del jueves próximo organizada por Blumberg, al decir que estará “en las marchas donde se reclame por seguridad, porque realmente lo que me pasó a mí ni a mi peor enemigo se lo deseo”.
La liberación de Gaita comenzó a desanudarse el viernes último, cuando se supo por el vocero de la empresa familiar, Carlos Romero, que los secuestradores se contactaron para exigir dinero. El llamado fue la cuarta comunicación desde que el empresario fue secuestrado, el 12 de agosto, cuando se retiraba de la curtiembre para irse a su casa.
Finalmente, el empresario fue liberado sano y salvo alrededor de las 21.30 del sábado, en la esquina de Juan de Garay y Fader, de la localidad de Luis Guillón, cerca de una villa, en el partido de Esteban Echeverría, luego de que su hermano pagase el rescate que, según fuentes de la investigación, fue de 110 mil pesos.

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El empresario Gabriel Gaita agradeció públicamente a los gobiernos nacional y de la provincia.
Los secuestradores se estimulaban “fumando marihuana” y “escuchando cumbia villera”, contó.
 
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