EL PAíS › FIGUEROA VENCIA EN LAS INTERNAS DEL PJ SANTIAGUEÑO
Votaron el fin del juarismo
El kirchnerista José Figueroa vencía por estrecho margen al menemista José María Cantos en la interna para gobernador del PJ de Santiago del Estero. El juarismo quedaba tercero.
Al cierre de esta edición, el neokirchnerista José Omar Figueroa vencía por estrecho margen al menemista José María Cantos en la interna justicialista en Santiago del Estero, que resolverá quién será el candidato a gobernador del PJ de esa provincia en la elección que terminará con la intervención federal e inaugurará el calendario electoral de este año, el próximo 27 de febrero. El juarista Francisco Cavallotti quedaba lejos de los principales contrincantes, como una muestra de la caída definitiva del reinado que el viejo caudillo Carlos Juárez, ahora detenido por la Justicia, ejerció por casi 30 años en el peronismo santiagueño. En medio de una agobiante jornada donde la sensación térmica trepó a 43 grados, y que terminó con una tormenta de lluvia y viento, votaron unas 84.000 personas, el 19 por ciento de los empadronados.
Figueroa ya se había proclamado ganador, pero Cantos comenzó a repuntar en la capital santiagueña y en la ciudad de La Banda, los dos lugares que aportaron mayor cantidad de votantes, e incluso llegó a liderar el escrutinio provisorio cuando se contabilizó la mitad de los votos. Sobre el cierre de esta edición, escrutadas 631 de las 772 mesas habilitadas para votar –el 81,7 por ciento–, Figueroa superaba por dos puntos al candidato menemista. A esa altura de la noche, en Santiago del Estero nadie se animaba a pronosticar un resultado final y en los bunker de cada candidato se contaban y recontaban los votos.
Lo único claro era que el juarismo se había convertido en el gran perdedor de esta interna abierta en la que –según voceros del justicialismo provincial– votaron 84.000 personas de las 447.000 empadronadas (286.600 afiliados al PJ y 160.400 independientes). Alrededor del 18,8 por ciento.
“El 80 por ciento de la gente que votó le dijo no al juarismo. Enterró al juarismo, que no alcanzaría ni el 25 por ciento necesario para intercalar un candidato a diputado por la minoría. Es un triunfo claro de la gente de la provincia que empezó a construir un nuevo Santiago”, dijo a Página/12 Pablo Lanusse. El interventor federal se mostró “satisfecho” por este paso que consideró “un éxito de la política de prescindencia de la intervención por encima de las cuestiones partidarias” y “de las reglas de juego claras, igualitarias, que le posibilitó al pueblo expresarse con libertad y sin miedo de perder su trabajo como pasaba antes”.
Lanusse también ratificó las elecciones generales del 27 de febrero, en las que se elegirá al nuevo gobernador a pesar del pedido de postergación de los comicios elevado a la Justicia por el abogado Luis Santucho. “La gente quiere votar, lo ha demostrado hoy (por ayer). El pedido es de personas que creen saber más que la gente”, insistió el interventor que como abogado también consideró que “el pedido no tiene ningún asidero” jurídico, aunque aclaró que la palabra final la tendrá el Superior Tribunal de Justicia provincial.
“No tengo dudas de que el próximo gobierno será justicialista, porque todos los afiliados, que son la mayoría del pueblo santiagueño, se encolumnará detrás del vencedor de la interna”, dijo el diputado chaqueño Rafael González, el interventor del PJ de Santiago del Estero y encargado de la normalización partidaria después de la estrepitosa caída del clan Juárez que dominó la estructura del PJ en los últimos 30 años.
La jornada empezó con varias dificultades menores que retrasaron la apertura de los comicios. Algunas de las escuelas designadas para albergar las 772 urnas no abrieron sus puertas a tiempo y otras no lo hicieron nunca. Así pasó con el colegio privado La Asunción, en pleno centro de la capital santiagueña, donde debía votar el candidato que había conseguido el guiño de la Casa Rosada y el delfín juarista. Ni Figueroa ni Cavallotti, que habían anunciado su presencia en el lugar de votación a primera hora de la mañana pudieron votar allí, tuvieron que trasladarse hasta otro colegio cercano y esperar que se conformen las mesas, en las que las autoridades del comicio también escasearon.
La otra gran dificultad la aportó el tiempo. Al mediodía la sensación térmica superaba los 43 grados y al cierre de la elección se desató una inusual tormenta de lluvia y viento que entorpeció el traslado de las urnas hasta el centro de cómputos instalado en la sede del Correo Argentino, especialmente desde los lugares alejados de las zonas urbanas.