EL PAíS
Hay varios candidatos que se prueban el traje de ministro de Justicia
El ministro Horacio Rosatti podría dejar el cargo en noventa días. Su vocero dice que su candidatura como legislador de Santa Fe no está definida, pero ya hay varios postulantes para la cartera de Justicia. Los nombres y las razones de los aspirantes. El perfil buscado.
Por Irina Hauser
Aunque su candidatura para diputado nacional es todavía un esbozo, en el Gobierno ya circulan especulaciones sobre quién podría reemplazar a Horacio Rosatti como ministro de Justicia, un cargo que podría dejar en noventa días. En la danza de nombres predominan varios apadrinados por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, que ocupan cargos políticos en la actualidad. El listado incluye al secretario de Seguridad, Alberto Iribarne; al interventor de Santiago del Estero, Pablo Lanusse; al nuevo secretario de Seguridad porteño, Juan José Alvarez, y al jefe de la Oficina Anticorrupción, Abel Fleitas Ortiz de Rozas. Impulsado por el ministro del Interior, Aníbal Fernández, también está en carrera Joaquín Da Rocha, representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura.
En varios pisos del propio Ministerio de Justicia dan casi por hecho que Rosatti abandonará el trono a lo sumo en tres meses, cuando llegue la hora del armado de listas para legisladores nacionales. Un argumento dice que sería buen candidato para hacer frente al socialismo en Santa Fe, donde el oficialismo tiene uno de los escenarios más complicados para las elecciones de octubre. Una explicación menos elogiosa agrega que “en Presidencia esperaban más de su gestión en Justicia”.
Cerca de Rosatti acotan que su postulación no es un tema definido ni del todo claro. “Con el único que habla de candidaturas es con el Presidente, y de ésta no habló”, sostuvo el vocero del ministro. “Hay algunos dirigentes que quieren lanzarlo para diputado. (El gobernador santafesino) Jorge Obeid lo sugirió. Es que tiene 71 por ciento de imagen positiva en la provincia”, destacó. E insistió para despistar: “El está contento con el Ministerio”. En esa cartera, distintos funcionarios advierten indicios de su partida en que “cada vez pasa menos tiempo en su despacho y más en Santa Fe”, y que no se cubrieron puestos clave.
Como sea, en despachos oficiales en estos días analizan y ponen a circular nombres de posibles nuevos ministros. Buscarían a alguien con buenos contactos jurídicos y políticos, y también con reflejos para resolver conflictos institucionales como el que protagonizaron el año pasado la Corte Suprema y el Consejo de la Magistratura por quién aumentaba los sueldos en la Justicia, del que Rosatti huyó despavorido.
- Iribarne sería uno de los favoritos del jefe de Gabinete para la cartera judicial. Parece que está incómodo en su rol actual, como secretario de Seguridad nacional, ya que tiene un margen de acción acotado producto de su mala relación con el titular de Interior. Un antecedente que puede jugarle en contra es haber trabajado con Carlos Corach en el menemismo. En 2002 se alineó con el gobierno duhaldista de transición y ocupó el mismo cargo ahora, pero que entonces integraba la estructura del Ministerio de Justicia, que encabezaba Juanjo Alvarez. Con el gobierno de Néstor Kirchner, hasta mitad del año pasado, Iribarne fue titular de la Sindicatura General, el órgano que controla los gastos del Estado, donde Alberto Fernández viene procurando tener funcionarios de confianza.
- La reaparición de Juanjo Alvarez en el escenario político nacional con su incorporación al gobierno porteño parece ir más allá de un operativo de salvataje tras la crisis desatada por la tragedia de República Cromañón. Con aires de interventor, respaldado por Eduardo Duhalde y en cierta medida por la Casa Rosada, Alvarez apuntaría mucho más alto. En principio, ya se consiguió un lugar en la tómbola de candidatos a suplantar a Rosatti. Pero cada vez más voces oficiales relativizan esa opción y le atribuyen aspiraciones a mayor escala, como llegar a la gobernación bonaerense. Mientras se va armando su tablero, Alvarez mantiene su licencia de 120 días como diputado nacional.
- El Gobierno prevé hacerle algún lugar a Lanusse cuando termine su tarea de interventor en Santiago, después de las elecciones de gobernador previstas para el 27 de febrero. Una opción es el Ministerio de Justicia, un lugar que ya conoció como secretario de Justicia de Gustavo Beliz. Perotodavía no está descartado que el ex fiscal sea candidato a diputado por la Capital. En el kirchnerismo, de todos modos, le tienen más fe en un cargo ejecutivo que como legislador. También pensaron en hacer un enroque y darle la Oficina Anticorrupción (OA) si Fleitas ascendiera a ministro.
- Más de un funcionario del entorno de Kirchner cree que el papel de ministro sería mucho más confortable y rendidor para Fleitas que el de fiscal anticorrupción que ocupa desde mitad de diciembre. No sólo porque fue viceministro (de Beliz) sino porque su designación en la OA ya tuvo varias objeciones. Algunas se deben a que no es penalista ni experto en temas de corrupción sino que su fuerte es el derecho civil. Otros reproches señalan su cercanía con el Gobierno –en especial con el jefe de Gabinete– al que debe fiscalizar.
- El penalista Joaquín De Rocha es el hombre que fogonea Aníbal Fernández para el Ministerio de Justicia. Da Rocha fue nombrado durante el interregno de Duhalde como representante del Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura. Allí viene cultivando el bajo perfil y una performance cautelosa, rasgos que agradan a algunos kirchneristas.