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Sin palos ni capuchas. Un nuevo escenario se montó ayer frente a Comodoro Py, cuando representantes de la CTD Aníbal Verón decidieron acatar la orden dada por el fiscal contravencional porteño, Martín Lapadú, e hicieron a un costado las emblemáticas armas de lucha. La medida, que responde a los nuevos parámetros de control dispuestos por la reforma del Código Contravencional porteño, fue adoptada por el fiscal el viernes durante una protesta que la agrupación piquetera organizó frente al tribunal por el procesamiento de Germán Lovari Marx. El piquetero permanece detenido desde el miércoles tras aparecer involucrado en el episodio en el que apalearon los vidrios de un auto que intentó adelantarse sobre una marcha.
La columna de la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón se disponía a marchar desde la estación de trenes de Retiro a Comodoro Py, cuando efectivos de la Policía Federal detuvieron el avance. Allí les pidieron los palos y las capuchas e inmediatamente los rostros de los piqueteros quedaron descubiertos.
Con el pacífico acatamiento la policía pudo hacer cumplir la medida solicitada por el fiscal porteño, Martín Lapadú, según la cual, a partir de ahora, los manifestantes deberán marchar con la cara descubierta y “sin elementos contundentes” en su poder. Por otro lado, la disposición, fundada en el nuevo Código de Convivencia que entró en vigencia desde el 22 de enero, ordena a la policía exigir a los manifestantes que corten el tránsito una constancia que certifique que la medida haya sido anunciada con antelación.
Días atrás, Lapadú criticó a los efectivos policiales por no cumplir con la disposición durante la manifestación del viernes. Ese día representantes de la CTD Aníbal Verón comenzaron sus reclamos frente a Comodoro Py por la detención de Germán Lovari Marx. El joven de 24 años quedó detenido con prisión preventiva por agredir a un policía en medio del episodio en el que apalearon los vidrios de un auto.
Si bien la decisión del funcionario fue aceptada, el abanico de voces que se levanta frente al nuevo escenario que parece plantear el Código en torno a la protesta social es variado. El titular de la CTD Verón, Nicolás Lista, si bien aclaró que la agrupación aún evalúa la forma en que marchará desde ahora, no ahorró críticas para los fiscales porteños. “Poner trabas a una protesta que consideramos justa es una medida de una dictadura en lugar de una democracia.” Otro de los dirigentes, Carlos Bértola, también cuestionó la decisión: “Parece que la libre circulación es más importante que el derecho a la vida”.
La medida dispuesta por Lapadú al mismo tiempo planteó otro foco de discusión en torno del grado de acatamiento que debe adoptar la Policía Federal frente a las órdenes dispuestas por la Justicia porteña. Para el fiscal adjunto de la Ciudad de Buenos Aires, Luis Cevasco, la decisión de exigir a la policía desarmar a los piqueteros puede plantear un conflicto de poderes entre el gobierno nacional y la administración porteña.
“Por un lado está el Código Contravencional, que establece la prohibición de portar armas impropias. Y, por el otro, está la política del Gobierno de manejar con determinada prudencia el tema piquetero para no generar las situaciones de conflicto que en algunos casos se busca. Puede ocurrir que la policía atienda el mandato de los fiscales contravencionales (porteños) o que la policía reciba órdenes del Ministerio de Interior para que no lo hagan”, fue la advertencia que dio Cevasco respecto de la orden dada por Lapadú, que amenaza con ser imitada por los demás fiscales contravencionales.