EL PAíS
› EL ORGANO DE CONTROL DE AEROPUERTOS
TAMBIEN DEBIA CONTROLAR A LA EMPRESA TAS
Perfil bajo para eludir responsabilidades
Horacio Oréfice es el titular del Orsna, que debe controlar la concesión de los aeropuertos. Bajo su competencia está la supervisión de empresas de seguridad, como la que no detectó el paso de las valijas a España. Ya se había desempeñado en el Comando de Regiones Aéreas cuando ocurrió el accidente de Lapa, pero no fue interrogado por ello. Pedido de los aeronáuticos a Kirchner.
› Por Cledis Candelaresi
El brigadier retirado Horacio Oréfice, titular del Organo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos, tiene el don de conservar el bajo perfil a pesar de ocupar posiciones críticas. Según las competencias del Orsna, el hombre elegido para esa función por Julio De Vido no sería ajeno al desempeño de TAS, la empresa de seguridad que debió controlar el indebido despacho de valijas colmadas de cocaína. Aun así, su nombre no figura entre los presuntos responsables por el descuido. Cinco años antes, el militar era la máxima autoridad del Comando de Regiones Aéreas cuando ocurrió la tragedia de Lapa y nadie le hizo por ello ni siquiera una pregunta.
Estas cuestiones, entre otros aspectos controvertidos de la carrera del aviador, son mencionados en una nota que envió ayer a Néstor Kirchner la Asociación del Personal de los Trabajadores Aeronáuticos, para advertirle sobre el riesgo de conferirle al brigadier una nueva responsabilidad. El desvelo de Apta es que Oréfice sea designado al frente del futuro organismo de control civil de la aviación, según “los rumores” a los que alude el sindicato.
El titular del ente regulador fue nombrado por decreto a propuesta del ministro de Planificación, con quien habría compartido el secundario en el interior del país. Quizás esta sea una razón de tanto peso relativo como los méritos que el brigadier haya podido acumular en su curriculum, al margen del infortunio de estar en lugares de responsabilidad cuando ocurrieron hechos dramáticos.
La función primordial del Orsna es controlar el cumplimiento del contrato de concesión de Aeropuertos Argentina 2000, el grupo comandado por la Corporación América de Eduardo Eurnekian, a quien la gestión de Carlos Menem le confió la administración de las principales estaciones áreas del país. Pero como misión subsidiaria también le compete vigilar el comportamiento de las prestadoras que se desempeñan bajo la órbita concesionada, TAS entre ellas.
De aquí surge que las deficiencias de la empresa comandada por Víctor Hugo Dinamarca para controlar el despacho de los equipajes no le resulta una cuestión ajena. Muy por el contrario, existe una responsabilidad, al menos política, ineludible, aunque la mirada aún no se haya posado sobre el ente de control. Algo tal vez imputable a la confusión de competencias superpuestas que existe en el rubro aeroportuario, sobre el que tienen atribuciones simultáneas el Orsna, la Fuerza Aérea y la Secretaría de Transporte, sin un comando común que centralice la fiscalización.
Es el cuadro que se desaconseja en los foros internacionales donde se debaten cuestiones de seguridad aeroportuaria. Los expertos proponen que la actividad sea fuertemente regulada, seguida por un monitoreo central que no sólo audite a las empresas del sector, sino también a las que se ocupan de los servicios que requiere la industria (como las contratistas de seguridad).
En la maraña de organismos civiles y militares que tienen atribuciones sobre los vuelos, el Comando de Regiones Aéreas tiene un rol vital. De esta repartición de la Fuerza Aérea dependen, entre otras direcciones, la de Habilitaciones Aeronáuticas (DHA), responsable de auditar la capacitación del personal aeronáutico, y la Dirección Nacional de Aeronavegabilidad (DNA), abocada a la seguridad operacional. Aquí el puente indirecto entre Oréfice y la tragedia de Lapa, que el 31 de agosto de 1999 les costó la vida a 67 personas.
Una de las líneas de investigación judicial sobre el avión que derrapó al decolar señala la presunta impericia del piloto, también fallecido en la tragedia, momento para el cual su licencia estaba vencida. En los expedientes consta que éste obtuvo en su momento la autorización de la DHA a pesar de que las pruebas correspondientes desnudaron sus riesgosas debilidades, como la falta de reacción en simulacros de tragedia. Si bien la responsabilidad primaria y directa es de la quebrada empresa aérea que perteneció a Eurnekian, también en este caso hay una competencia indirecta pero insoslayable del Comando, por entonces presidido por Oréfice.
Según acusa APTA –gremio al que perteneció el actual subsecretario de Política Aerocomercial, Ricardo Cirielli–, el titular del Orsna estuvo “involucrado durante el cumplimiento de sus funciones en actos dispositivos que se encuentran actualmente cuestionados en sede administrativa”. Los técnicos aeronáuticos también recuerdan que el Reglamento General de Uso y Funcionamiento de los Aeropuertos consagra como una responsabilidad común del ente de control y la Fuerza Aérea el de “mantener una debida coordinación y asistencia en el cumplimiento de las disposiciones... para prevenir el narcotráfico y uso indebido de drogas”, obligación no honrada a la luz de lo que ocurrió con las valijas voladoras.
Al margen de los méritos que pudiere haber acumulado Oréfice en la Aviación, no todos le profesan en la Fuerza Aérea simpatía y en los corrillos del ambiente hasta se dice que tuvo enfrentamientos con el destituido Carlos Rohde. El rumor resulta casi una paradoja. El ex titular de la Aviación, expulsado por la responsabilidad de esa Fuerza en el escándalo del narcotráfico a través de SW, le habría recriminado más de una vez ser excesivamente complaciente con AA2000, la empresa a la que debe controlar. Quizá le tenga algún afecto: el brigadier también participó de los preparativos para la privatización de las estaciones aéreas.
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