EL PAíS
› LA PERCEPCION SOBRE QUE HACEN LAS
MUJERES ANTE UN EMBARAZO NO DESEADO
El aborto, una práctica naturalizada
Una encuesta nacional revela que el 66 por ciento cree que ante un embarazo no deseado la mujer aborta. La mayoría apoya la interrupción en casos de violación o si el feto no sobrevivirá. Para el 50 por ciento, no hay despenalización por oposición de la Iglesia.
› Por Mariana Carbajal
El aborto es una práctica generalizada en el país a los ojos de los argentinos. El sorprendente dato surge de una encuesta nacional, que se presentará hoy en la Cámara de Diputados, a la que tuvo acceso Página/12. Casi 7 de cada 10 encuestados creen que ante un embarazo no deseado las mujeres se practican un aborto y 5 de cada 10 dijeron conocer a alguna mujer que se hizo uno. Una amplia mayoría expresó estar de acuerdo con la interrupción del embarazo en casos de violación o si el feto tienen una malformación incompatible con la vida extrauterina. Los porcentajes son mayores entre los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires, el conurbano y la Patagonia, y menores en el NOA y NEA. A la hora de señalar el motivo por el cual el aborto no se despenaliza en la Argentina, la mitad le echó la culpa a “la oposición de la Iglesia”. Para los entrevistados, los problemas más graves de salud que hoy enfrentan las mujeres son el embarazo adolescente y el abuso sexual, seguidos por la violencia sexual y el aborto.
Los resultados corresponden a un Estudio Nacional de Opinión Pública sobre “Derechos Sexuales, aborto y violencia sexual”, que se realizó en la ciudad de Buenos Aires, el conurbano, y las principales conglomerados urbanos de 15 provincias, entre ellas Córdoba, Santa Fe, Mendoza, San Luis, Chaco, Entre Ríos, Corrientes, Río Negro, Chubut, Misiones. Su amplia cobertura geográfica lo distingue de otros trabajos realizados recientemente. El relevamiento fue encargado por la Fundación Friedrich Ebert a la Consultora Knack (Nun, Adrogué, Caruso SA). Las entrevistas se hicieron entre el 27 de octubre al 12 de noviembre últimos, y abarcaron una muestra representativa de 1591 casos, entre la población general mayor de 16 que habita localidades de más de 30.000 habitantes.
“El estudio muestra el nivel abrumadoramente mayoritario de acuerdo con la despenalización del aborto cuando hay de por medio una violación o el embarazo pone en riesgo la salud física o mental de la mujer. Al mismo tiempo, refleja que todavía hay un alto desacuerdo cuando se trata de la voluntad de la mujer para interrumpir el embarazo”, explicó a Página/12 el consultor Gerardo Adrogué, directivo de la Consultora Knack.
De esta forma, el relevamiento muestra que el grado de acuerdo con la interrupción del embarazo varía según las circunstancias. Expresaron estar a favor:
- El 76 por ciento, si una mujer quedó embarazada en una violación.
- El 69 por ciento, si el feto tiene una malformación incompatible con la vida extrauterina.
- El 65 por ciento, si la vida de una mujer corre peligro debido al embarazo o el parto.
- El 60 por ciento, si la salud física de una mujer es afectada por el embarazo o el parto.
- El 57 por ciento, si la salud mental de una mujer es afectada por el embarazo o el parto.
- El 22 por ciento, si la mujer y su familia carecen de recursos económicos para criar a un hijo.
- El 19 por ciento, si la mujer no quiere tener un hijo en ese momento de su vida.
- El 18 por ciento, si la mujer quedó embarazada porque falló el método anticonceptivo.
“Los datos nos dicen que tanto el NEA como el NOA son significativamente más reacios a la idea de la despenalización, mientras que en el área metropolitana –Capital y Gran Buenos Aires– y la Patagonia la población es más partidaria de ese cambio en la legislación.”
De acuerdo con el Código Penal, el aborto está permitido sólo cuando se trata de la violación de una mujer idiota o demente, o si corre riesgos de muerte la embarazada.
Una práctica frecuente
En otro tramo del estudio, se les preguntó a los encuestados que dijeran, independientemente de su opinión personal, qué creen que hace la mayoría de las mujeres en la Argentina frente a un embarazo no deseado. En forma espontánea, el 66 por ciento respondió: “Se realizan un aborto”. Si se contabilizan sólo las respuestas femeninas, el porcentaje sube al 69 por ciento; y al 79 y 81 por ciento respectivamente, en el NEA y NOA, las regiones más pobres del país. Como segunda alternativa, y con un porcentaje de respuestas notablemente inferior (apenas 20 por ciento), aparece la opción “tienen el hijo”. Un 6 por ciento dice que “tienen el hijo y lo dan en adopción”.
El 49 por ciento de los entrevistados dijo saber de alguna persona, ya sea familiar, amigo o conocido, que se haya realizado un aborto. Entre el grupo de nivel socioeconómico alto, son más los que conocen ese tipo de situaciones: 66 por ciento. También es más elevado que el promedio el conocimiento entre los entrevistados más jóvenes: en el grupo de 16 a 25 años, responde afirmativamente el 57 por ciento.
“¿Por qué cree usted que en nuestro país el aborto no está despenalizado?”, fue otra de las preguntas. El 49 por ciento consideró que “la oposición de la Iglesia” es el factor principal. En segundo lugar, un el 25 por ciento respondió: “por falta de acciones de los legisladores o gobernantes”. Y en tercer lugar, el 20 por ciento, adujo: “porque el aborto es un asesinato”.
Los resultados de la encuesta se presentarán hoy durante la Jornada sobre Derechos reproductivos y derechos sexuales en Argentina, organizada por la Secretaría Nacional de la Mujer del Partido Socialista y la Comisión de la Mujer de la Fundación Sergio Karakachoff. El encuentro se realizará de 17.30 a 20 en el Anexo de la Cámara de Diputados. En uno de los paneles expondrán la viceministra de Salud de la Nación, Graciela Rosso; la diputada María Elena Barbagelata (PS), el diputado Federico Storani (UCR) y la senadora Marita Perceval (PJ). “Se tiene que avanzar en la despenalización. Es un problema sanitario y una realidad instalada, como surge de la encuesta, aunque del tema no se hable demasiado. Además, hay un acuerdo muy importante para despenalizarlo. Este estudio nacional de opinión es muy valioso porque permite que no se hable de números en el aire sino de la propia percepción de la gente”, destacó Clori Yelicic, secretaria nacional de la Mujer del PS, en diálogo con este diario.
Abusadas
El estudio indagó también sobre cuáles son los problemas “más graves” para la salud “de la población en general” a criterio de los entrevistados. En el ranking quedó primero la drogadicción (lo señaló el 24 por ciento), seguido por el alcoholismo (19 por ciento) y la desnutrición (16 por ciento). En cambio, cuando tuvieron que indicar las problemáticas sanitarias más acuciantes para las mujeres, el listado fue totalmente distinto. En primer lugar fue ubicado el embarazo adolescente (21 por ciento), en segundo término, pero casi al mismo nivel el abuso sexual (20 por ciento); más atrás la violencia sexual (14 por ciento) y en cuarto lugar, el aborto (9 por ciento).
A la hora de profundizar sobre el problema de la violencia sexual, se les preguntó a los entrevistados si consideraban como una violación cuando un hombre obliga a su mujer a tener relaciones sexuales, dentro del matrimonio o la pareja. El 81 por ciento respondió afirmativamente. Esta opinión es mayor en los sectores socio-económicos altos (84 por ciento) y medios (86 por ciento). También supera al promedio nacional en las provincias de Cuyo y de la Patagonia (89 por ciento).
Para evaluar el impacto de la violencia sexual en la población femenina, se les suministró sólo a las mujeres de la muestra un formulario con una serie de preguntas que ellas mismas completaron (en los otros casos respondían cara a cara con el encuestador). Dos de cada diez mujeres declararon haber sido víctimas de alguna situación de violencia sexual. Esa cifra se eleva a 3 entre las menores de 25 años y las que son hijas dentro del hogar. Adrogué aclaró que lo que reflejan las mujeres son “situaciones de abuso prolongado” y no aquellas circunstanciales, de manoseos o toqueteos en espacios públicos o medios de transporte. En la mayoría de los casos, los hechos de violencia mencionados sucedieron en la casa de la víctima y el abusador fue algún pariente o la misma pareja. Entre las mujeres que reconocieron haber sido obligadas a tener relaciones sexuales, apenas el 22 por ciento hizo la denuncia del hecho.
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