EL PAíS
› BATALLA CAMPAL CON 50 DETENIDOS
Trifulca en Mercedes
La batalla campal que dejó el centro de Mercedes convertido en zona devastada no tuvo una sola motivación política. Es más: nadie, quizá de lo borrachos que estaban, sabe a ciencia cierta por qué unas 400 personas comenzaron la pelea de puños y pedradas que terminó con los bancos locales destruidos y tres patrulleros inutilizados. Salían de tres boliches bailables, una bailanta y cuatro pubs o whiskerías. De una vereda a otra comenzaron los insultos, las trompadas, los palos y las piedras. Y finalmente todos los grupos en pugna contra la policía. En las sobremesas de Mercedes de ayer no se habló de otra cosa, sobre todo porque entre los 50 presos por disturbios hay varios hijos de buenos apellidos.
Era hora de volver a casa después de la juerga, cuando comenzó la batalla. Como si fueran los Angeles del Infierno asolando la California de los ‘50, estos niños bien mezclados con bailanteros la emprendieron también contra las vidrieras de comercios, bancos y la propia policía local, que pretendió frenarlos usando tres modestos patrulleros. De ellos no quedó casi nada. Tampoco de los vidrios y el local del Nación, el Galicia, el Francés, el Río de la Plata y el Provincia. Ni siquiera se salvó el Disco, aunque no hubo saqueos. La policía dice que los chicos presos, más de la mitad menores de 18, rompieron todo para buscar con qué seguir pegando. Aunque el arma ideal, el que rompió la crisma de dos policías, fueron las botellas que ya se habían bajado.