EL PAíS
› LOS RAROS RESULTADOS ELECTORALES EN BARILOCHE
Una señal de lo que viene
El nuevo intendente es de un partido vecinalista. Hubo un ausentismo record del cuarenta por ciento, el justicialismo perdió y los radicales quedaron últimos, superados hasta por los votos anulados.
Con un importante nivel de ausentismo (uno de cada tres ciudadanos habilitados no se molestó en ir a votar), y un 10 por ciento de boletas anuladas o en blanco, Alberto Icare, del Movimiento de Unidad y Participación (MUP), ganó las elecciones en Bariloche. El nuevo intendente es un concejal vecinalista que completará el período de gobierno del renunciante aliancista Atilio Feudal, quien dejó su cargo el 24 de enero en medio de disturbios originados por la crisis social. El PJ se ubicó en segundo lugar y el radicalismo hizo un papelón y terminó en el séptimo y último, por debajo incluso que los votos anulados. El comportamiento de los votantes, especialmente la incidencia del voto bronca, hacen de estos comicios locales un caso testigo para un eventual adelantamiento de las elecciones a nivel nacional.
La cantidad de abstenciones fue, como se temía, alta. Ya a las cuatro de la tarde el nivel de abstención se registraba en el 40 por ciento. Anoche, al cierre de esta edición, el recuento parcial lo ubicaba efectivamente en ese nivel. Hubo, por otra parte, muchos más votos anulados que en blanco.
Los habitantes de Bariloche eligieron entre siete candidatos. Los resultados provisorios sorprendieron aún a los simpatizantes de Icare, quien no quiso considerarse vencedor hasta conocer un alto porcentaje del escrutinio oficial, que se realizaba con una lentitud inédita. Sin embargo, poco antes de las 20 el candidato del Partido Justicialista, Gonzalo Madrazo, reconoció su derrota y concurrió en persona a felicitar a Icare.
El Movimiento Patagónico Popular (MPP), que postuló al actor Luis Caram, se ubicó en tercer lugar tras el PJ. En el cuarto lugar se colocó el postulante del Partido Humanista, Roberto Savasta, y el quinto era disputado entre Jorge Frettes, del MID, y Claudio Lueiro, del Partido Provincial Rionegrino.
El radicalismo, gran perdedor de estos comicios, hizo su peor elección en la historia de Bariloche: con el veterinario Guillermo Jáuregui como candidato, se ubicó en el último lugar.
Izquierda Unida no pudo competir, ya que fue sacada de juego en la última semana por la justicia electoral, debido a que el PC no contaba con la personería jurídica correspondiente.
Icare será intendente hasta diciembre del 2003. Su antecesor Feudal renunció el 24 de enero pasado, a consecuencia de una crisis social que tuvo como su punto más álgido cuando beneficiarios de planes de empleo provinciales que protestaban por el atraso en los pagos tomaron la municipalidad y retuvieron a varios funcionarios.
El nuevo jefe comunal tendrá que gobernar con un Concejo Deliberante ajeno y una pesada deuda municipal. Ante el desprestigio de la comuna, la cantidad de vecinos que elude pagar las tasas y contribuciones municipales es alta. Los técnicos locales aseguran que la recaudación está en apenas el 15 por ciento de su nivel histórico.
Los resultados de ayer continuaron la tendencia abierta en octubre y confirmada la semana pasada en la localidad de El Bolsón, donde en elecciones similares (ante otro caso de renuncia del jefe comunal), se registró un 35 por ciento de abstenciones y un 11 por ciento de impugnados y votos en blanco.
Según el periodismo local, las plataformas de los partidos que compitieron no tenían grandes diferencias entre sí, más allá de los matices fijados por la personalidad de los candidatos.
Para las elecciones se abrieron 146 mesas. La Junta Electoral tuvo graves problemas para reunir a las 438 personas que, como mínimo, debían desempeñarse como autoridades de los comicios.