EL PAíS
› SI PROSPERA UNA DENUNCIA, RUBEN BERAJA PODRIA IR PRESO
Las secuelas del Banco Mayo
El ex titular del Banco Mayo Rubén Beraja podría ser detenido por lavado de dinero si prospera la denuncia presentada por unos doscientos ahorristas que presentaron pruebas sobre maniobras fraudulentas con tierras de Puerto Madero y Villa La Angostura tercerizadas a través de una empresa panameña.
Por Raúl Kollmann y Adriana Meyer
Rubén Beraja podría ir preso en los próximos días si prospera una denuncia por lavado de dinero. Unos doscientos ahorristas denunciaron que Beraja, a través de dos de sus abogados, transformó terrenos en Puerto Madero y Villa La Angostura en propiedades de una empresa panameña, y por esa vía ofreció compensar a los ahorristas de una mesa de dinero que funcionaba en el Banco Mayo: eso sí, se entregarían bienes por unos 8 millones en lugar de los 198 que habían invertido originalmente. Según el letrado que representa a los ahorristas, esa conversión constituye el delito de lavado de dinero, ya que se transforman bienes argentinos en panameños a través de una compra falsa. Entre la documentación aportada al juzgado de Norberto Oyarbide aparecen propiedades en Cañuelas que figuran a nombre de una sociedad uruguaya cuyo titular admite ser testaferro de Beraja. Para los ahorristas, esto demostraría que Beraja y sus socios no sólo no sufrieron pérdidas sino que se quedaron con propiedades compradas con su dinero.
Aunque la causa por el estruendoso vaciamiento del Banco Mayo está en condiciones de ir a juicio oral, los ahorristas siguen penando para tratar de recuperar algo de lo que perdieron. La investigación sobre el patrimonio de Beraja, embargado en 50 millones, arrojó un magro resultado: un terreno en Pinamar y un auto, aunque la Justicia sospecha que es dueño de varias sociedades a través de testaferros.
El ex presidente de esa entidad bancaria fue procesado por administración fraudulenta y estafa calificada en perjuicio de la administración pública. La Justicia ya estableció que el Estado perdió 320 millones de dólares por los redescuentos que el Banco Central otorgó al Mayo, y en la mesa de dinero clandestina que funcionaba en la entidad desaparecieron 187 millones de dólares invertidos “en negro” por ahorristas que tenían en total 860 cuentas. Beraja aduce que el banco perdió dinero por culpa del “efecto Tequila” y que por ello, sin ánimo de perjudicar a nadie, se vieron afectados el Banco Central y los ahorristas. Además sostiene que el entonces presidente del Central, Pedro Pou, tenía una actitud antisemita, no le gustaban los “bancos étnicos” (o sea, un banco judío) y por ello perjudicó al Mayo. Pero su principal argumento de defensa es negar la existencia de la mesa de dinero y plantear que sólo mediaba en representación de inversores de la comunidad judía en un fondo de inversiones inmobiliarias.
Dos pájaros de un tiro
En un principio, Beraja negoció personalmente con los ahorristas y les ofreció lo mismo que ahora: acciones de una empresa, Newside, dueña de valiosísimos terrenos de Puerto Madero. Además, se ofrecían otras propiedades en Villa La Angostura. Como la negociación entre Beraja y los ahorristas no llegó a buen puerto y las cosas se demoraban, doscientos de los inversores decidieron presentarse a la Justicia denunciando a Beraja y bregando por recuperar su dinero.
No hace mucho, los ahorristas se enteraron de que los terrenos de Puerto Madero y Villa La Angostura aparecían en una operación, a partir del 2 de octubre de 2001, a nombre de dos sociedades, The Altona y Greypark, constituidas en Panamá. El objetivo era que esas sociedades panameñas liquidaran los terrenos y le devolvieran a los ahorristas una pequeña parte de lo que les correspondía. Otra casualidad: el representante de esas dos empresas es José Iglesias, abogado de Beraja. Más coincidencias: el directorio de esas sociedades está integrado por tres mujeres uruguayas y el domicilio en Montevideo coincide con el de una empresa que figura desde hace mucho en la causa Banco Mayo, Trust Invertions.
Impresiona también que las 17 hectáreas –sí, 17 hectáreas– de Puerto Madero y los terrenos en Villa La Angostura aparecieron compradas por unade las empresas panameñas el 2 de octubre del año pasado y ese mismo día se constituyó con la otra empresa panameña el fondo para negociar con los ahorristas. Esto deja en claro dos cosas:
u Que el objetivo era ése: negociar con los ahorristas.
u Según los inversores, se demuestra que la mesa de dinero no era un invento sino que existía y le debía dinero a quienes la estaban reclamando.
Para redondear, el valor de la compra fue de 6 millones de dólares, pero rápidamente se estableció que la empresa panameña no tenía ese dinero. Según el denunciante, esto avala la sospecha del blanqueo de fondos, ya que se pretendió convertir en dinero legal el proveniente de negocios ilegales. “Las acciones que representan un 25 por ciento del paquete Newside, Puerto Madero, y los derechos sobre los terrenos de Villa La Angostura transferidos al fideicomiso Greypark pudieron haber sido adquiridos con dineros de mis clientes oportunamente depositados en la mesa del Banco Mayo y que están virtualmente desaparecidos”, describió Corvo Dolcet. Y agregó que “la enorme masa dineraria que Beraja y los suyos adeudan como responsables por la comisión de gravísimas maniobras ilícitas contra el patrimonio de particulares y del Estado nacional intentan convertirla en una mera ‘pérdida’ derivada del resultado negativo de las inversiones”.
Los investigadores allanaron las empresas mencionadas y el estudio del abogado de Beraja, y así confirmaron gran parte de los hechos denunciados. Además cuentan con reveladoras escuchas entre el ex presidente del Mayo y uno de sus letrados. “Los querellantes conocen nuestra oferta”, le dice Beraja a Juan Jinkus, quien estaba preocupado porque “había aparecido un ‘arrepentido’” que había informado al tribunal los bienes a tomar por la empresa panameña.
Que Beraja haya quedado en la pobreza no es algo creíble para los ahorristas. Y lo grafican con un dato concreto: en Montevideo se fundó una empresa llamada Alcaraz SA, cuyo titular se apellida García. Esa empresa compró terrenos en Cañuelas y realizó inversiones allí. Lo categórico es que García reconoció en un acta ante el escribano Tobal del Banco Mayo que actuó como testaferro de Beraja y después declaró eso mismo en la causa judicial. O sea que Beraja es el verdadero propietario de esos terrenos. Para colmo, el ex presidente del Mayo le prometió unos pesos a García por sus servicios de testaferro, pero al final no le dio ni un centavo.