Jorge Remes Lenicov vivirá en un país normal, como quería. Ganará 6900 dólares mensuales y tendrá tiempo para escribir sus memorias. Tal vez extrañe su casa de La Plata, pero a cambio ya no tendrá que quedarse a dormir en el Banco Nación, como hizo varios fines de semana durante los últimos meses. Y definitivamente ganará en tranquilidad y calidad de vida. Claro que nada de eso será producto del éxito de su gestión sino más bien lo contrario. Como no pudo con la crisis, el ministro de Economía perdió su sillón, pero ganó, como ocurre habitualmente con quienes ocuparon el cargo, un lugar más gratificante. En su caso, será embajador ante la Unión Europea, trabajo que lo obligará a mudarse a Bruselas. Según confió uno de sus amigos a Página/12, aprovechará el tiempo para escribir un libro sobre la verdadera historia de la crisis y revelará detalles sobre su gestión, como un aporte para la posteridad.
El proyecto es de tono más académico que literario. Remes Lenicov quiere contar qué hizo, por qué lo hizo y qué opciones tenía. Su ex viceministro, Jorge Todesca, lo ayudaría en la tarea. “Le interesa contar su versión de los hechos”, explicó el amigo del futuro embajador. Remes espera con ansiedad que se concrete su nombramiento, aunque ya tiene la palabra de Duhalde de que el puesto es suyo. Sin embargo, debe aguardar a que el Senado apruebe su designación.
Remes está entusiasmado con la idea de escribir un libro sobre un período histórico de la Argentina que considera que merece una profunda revisión. Al ex ministro siempre le gustó mostrar un perfil académico, aunque durante su gestión al frente del Palacio de Hacienda no desplegó demasiada imaginación técnica. A través del libro seguramente intentará disculpar esa falta, contando las limitaciones políticas y externas que lo acorralaron.
Los problemas con los que antes tuvo que lidiar Remes ahora los soporta Roberto Lavagna, quien hasta hace poco dormía tranquilo en Bruselas, según confesó en un reportaje con Página/12. El actual ministro era antes embajador ante la Unión Europea y representante del país frente a la Organización Mundial de Comercio, cargos que asumirá Remes Lenicov. Otro ex ministro, José Luis Machinea, trabaja en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en Washington.
Como se ve, es usual que los hombres que se encargaron del manejo de la economía encuentren refugio en puestos más relajados, pero lo que llama la atención esta vez es el enroque. En tren de arriesgar hipótesis, se podría decir que si Lavagna fracasa, podría convertirse en compañero de Machinea, mientras que Guillermo Calvo tomaría la posta en Hacienda. De hecho, al economista que se desempeña como jefe de asesores del BID le ofrecieron el Ministerio de Economía antes que a Lavagna, oferta que rechazó, entre otras cosas, para poder seguir escribiendo, como lo hará Remes de ahora en más en Bruselas.