Los países de Europa no harán nada por ayudar a los argentinos hasta tanto no se llegue a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Si el Gobierno abrigaba, aunque sea mínimamente, una esperanza en otro sentido, las palabras que José María Aznar pronunció en la cara misma del presidente Eduardo Duhalde durante la clausura de la II Cumbre Unión Europea-América latina y Caribe fueron lapidarias. “El futuro de la Argentina pasa en gran medida por acordar con el Fondo”, sostuvo el primer ministro de España y, hablando “muy sinceramente y como amigo”, le aconsejó no aislarse del mundo por más que eso implique tomar decisiones “dolorosas”. Duhalde, sentado a su lado, no hizo más que ratificar que está dispuesto a seguir el camino trazado por el español: dijo que “estamos avanzando muy rápidamente” en la sanción de las leyes que solicitó ese organismo y calculó que “en la primera semana de junio” estarán dadas las condiciones para acordar una ayuda con el FMI.
Duhalde sabía antes de viajar a Madrid que su encuentro con Aznar iba a ser duro y que difícilmente el español aconsejara otra cosa distinta a la que aconsejó. Pero entre saber que a uno le van a cerrar las puertas y que después se las cierren directamente en las narices hay una diferencia. Duhalde tuvo hasta la mala suerte de coincidir con Aznar en la conferencia de prensa de cierre de la Cumbre por ser uno presidente pro tempore del Mercosur y el otro presidente pro témpore de la Unión Europea.
Fue en ese marco, sentados uno al lado del otro, que Aznar se refirió sin vueltas a la situación argentina y al futuro del país. “Quiero hablar muy sinceramente y como amigo de Argentina (...). Deseo que se produzcan todas las circunstancias para un acuerdo lo más rápidamente posible entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (...). El futuro de la Argentina pasa en gran medida por acordar con el Fondo”, señaló el español. Después aseguró que “para tomar esas decisiones cuenta con el respaldo del gobierno de España y de toda la Unión Europea” y admitió que “son decisiones difíciles, dolorosas”, pero advirtió que mucho más doloroso sería que los argentinos decidieran aislarse del resto del mundo.
Palabras más, palabras menos, lo que dijo Aznar también quedó plasmado en el documento que emitió la Cumbre. La Argentina consiguió que entre los puntos de la declaración se incorporara un apoyo a los esfuerzos por alcanzar un programa económico saneado y global, pero allí se hizo también hincapié en que ese debía ser el punto de partida para garantizar el éxito de las negociaciones con el FMI y el resto de los organismos financieros.
Duhalde acusó recibo del mensaje y confirmó, de hecho, su voluntad de acordar con los acreedores de la Argentina. “Creo que en poco tiempo, no pasará de la primera semana del mes de junio, estaremos concluyendo las precondiciones que nos solicitaron los organismos internacionales.” En ese sentido, subrayó que “estamos avanzando muy rápidamente en una concertación parlamentaria que está avanzando básicamente en las dos leyes que la comunidad internacional esta solicitando a Argentina para tener leyes estables”, en alusión a la modificación de la Ley de Quiebras y la derogación de la Ley de Subversión Económica. Duhalde remarcó que también se “está avanzando muy rápidamente” con los pactos fiscales con las provincias y destacó que “están prácticamente todas en el curso de firmar el acuerdo”.
Después de un par de días con actividades poco destacadas en España, Duhalde llegará el lunes a Italia, con cuyo primer ministro, Silvio Berlusconi, ya se entrevistó en Madrid (ver aparte). El punto más importante de la agenda de Duhalde en ese país es la entrevista con el presidente italiano, Azeglio Ciampi.
Atrás habrá quedado entonces una Cumbre en la que los países latinoamericanos no pudieron incluir en el documento final un párrafo que incluyera el compromiso expreso de las autoridades de la Unión Europea a no imponer restricciones a la inmigración. El canciller Carlos Ruckauf aseguró que su colega español, Joseph Piqué, “sostiene la postura de no pedir visa, pero quedó claro que Europa no quiere emitir un documento que desmienta totalmente medidas de restricción al ingreso de algunosciudadanos latinoamericanos”. El tema no es menor para los argentinos en vistas de que cada vez son más los que deciden emigrar ante la falta de horizontes en el país.
En cuanto a la posibilidad de establecer un acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea –uno de los temas centrales de la Cumbre–, Duhalde afirmó que el bloque comercial que la Argentina integra con Brasil, Paraguay y Uruguay “aspira a encontrar en la Europa unida no sólo un aliado comercial, sino un modelo para alcanzar grados superiores de desarrollo interno”. En ese punto también pidió una mano: “En estos últimos meses –recordó–, más de una vez me han preguntado qué necesita la Argentina para salir de la crisis. Siempre respondo con una frase del doctor Raúl Presbich que dice ‘comercio en lugar de ayuda’. Esta frase ante ustedes debe leerse como un mayor acceso al mercado comunitario”.