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Los trabajadores del gas iniciaron un paro en reclamo de un aumento salarial y advirtieron que a raíz de la protesta a partir de mañana podría haber desabastecimiento. La medida de fuerza incluye a las plantas fraccionadoras, usinas y yacimientos, señaló Alberto Roberti, de la Federación del Petróleo y Gas Privados. Afectará sobre todo la producción de gas en garrafas, utilizado por el 48 por ciento de la población. El gremio sostiene que podría perjudicar también a industrias y usuarios residenciales, pero voceros empresarios salieron a decir, en cambio, que el suministro no está en peligro.
El motivo del conflicto es la exigencia de una mejora en el sueldo básico inicial, para llevarlo de 550 a 850 pesos.
“Hace cuatro meses que venimos negociando con la Cámara. El jueves nos respondieron que no habrá aumento y por eso se decidió el paro”, señaló Roberti. Para el dirigente, las privadas están en condiciones de otorgar la mejora porque “exportan un treinta y tres por ciento más que el año pasado, con ventas que cobran en dólares. Pero, hasta ahora, la respuesta de las petroleras fue cero. Nosotros lo tomamos más como una provocación que una respuesta nuestro pedido”.
Roberti acusó también a las petroleras por los problemas de abastecimiento. “Ellas exportan el 75 por ciento de la producción de gas argentino. Si destinaran mayores cantidades al país no tendríamos problemas.”
La Federación agrupa a cinco mil trabajadores. La medida de fuerza es por tiempo indeterminado y se lleva adelante con asistencia los puestos de trabajo.
Un vocero de la Cámara de Empresas del Gas Licuado dijo a Página/12 que los representantes del sector se reunirán hoy a las 11 para estudiar una respuesta al pedido salarial.
El conflicto, agregó, “está focalizado en el gas licuado, el que se vende en garrafa y cilindros, no en la producción de gas natural, que se distribuye por red”. En la cadena de elaboración del gas licuado intervienen productores, cuarenta fraccionadores (como Repsol YPF y TotalGas) y unos dos mil distribuidores. El reclamo gremial “es a los fraccionadores, que tienen gas en stock. Por eso decimos que no hay peligro de que falte. Como el gremio abarca también a las refinerías, podría eventualmente trasladar sus acciones hacia algún otro sector de la producción, pero en principio en estos momentos está limitado al fraccionamiento”.
El vocero sostuvo que la Cámara homologó un convenio salarial en abril con un aumento. Sin embargo, según el sindicato los sueldos están congelados desde hace dos años, ya que las empresas sólo incorporaron al sueldo mínimo del sector los aumentos dispuestos por decreto del Poder Ejecutivo.
Rubén Ferreira, secretario general del sindicato, acusó a la francesa Total Gaz, la anglo-holandesa Shell y la hispano-argentina Repsol YPF de encabezar la negativa a mejorar los salarios.
Argentina produce 1,5 millón de toneladas métricas de gas al año. La crisis energética de 2004 obligó a racionar sus exportaciones a Chile, un medida que se ha repetido varias veces este año debido a problemas de abastecimiento interno.