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Como cada vez que debe tomar una decisión importante para su Gobierno, Néstor Kirchner viajó ayer a Santa Cruz con sus allegados más cercanos. El regreso a su provincia –primero Río Gallegos, después El Calafate– se prolongará por varios días. Kirchner no anunció la fecha de su retorno a Buenos Aires. Con el Presidente viajaron su esposa, el jefe de Gabinete Alberto Fernández, y el titular de la SIDE, Héctor “Chango” Icazuriaga. Más tarde se sumará el secretario legal y técnico, Carlos Zannini, con lo que se completará el staff más reservado de las decisiones pingüinas. Nadie más se sentará a la mesa en la que se decidirán los nombres que integrarán el Gabinete. Como corresponde, la danza de apellidos ya empezó.
Kirchner suele viajar al sur, y quedarse algunos días más de lo esperado, cuando debe meditar alguna decisión importante. El sitio preferido es, obviamente, El Calafate. Hoy al mediodía, partirá hacia allí desde Río Gallegos. Cuando termine el vuelo, comenzará el tiempo de los rumores. Porque el Gobierno debe completar, al menos, los puestos de tres ministros que fueron candidatos el 23 de octubre: el canciller Rafael Bielsa, el ministro de Defensa, José Pampuro, y la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner. Lo más probable es que Kirchner aproveche la ocasión para renovar su administración, cambiando otros cargos.
Para los tres ministerios que quedarán vacantes, se mencionan varios nombres. El sucesor de Bielsa en Cancillería podría ser un economista (se mencionan a Martín Redrado, Javier González Fraga y Alfonso Prat Gay), aunque tampoco hay que descartar al propio Roberto Lavagna, en lo que sería el pase del año. Algunos miembros del oficialismo que conversan a diario con el Presidente no descartan que Lavagna pueda emigrar del Palacio de Hacienda al Palacio San Martín. Otro candidato con chances es el actual vicecanciller, Jorge Taiana, quien fue electo como diputado en el tercer puesto de la lista del Frente para la Victoria.
En Defensa, los nombres en danza son el subsecretario de la cartera, Jaime Garreta, la asesora de Pampuro, Ruth Diamint, y la senadora mendocina Marita Perceval, titular de la Comisión de Defensa. Otra posibilidad es que se produzca un enroque con algún ministro en funciones que cambiaría de cartera: hay quienes mencionan a Alberto Iribarne (Justicia) o Aníbal Fernández (Interior) como posibles candidatos a una rotación dentro del Gabinete. La última opción es que aterrice en esa cartera el ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian.
Viejo conocido de Kirchner, con quien tiene una excelente relación, Arslanian es uno de los pases cantados de la gobernación bonaerense al gobierno nacional. Otro hombre de Felipe Solá que podría pasar a Nación es el ministro de Gobierno, Florencio Randazzo. Al igual que el coordinador de la secretaría general de la Presidencia, el pingüino Juan Bontempo, Randazzo es uno de los nombres –menores de cuarenta años, poco conocidos para el gran público– que se mencionan para desembarcar o ascender en el organigrama del Ejecutivo.
Respecto de Desarrollo Social, hay algo fuera de discusión: sea quien fuera el sucesor de Alicia Kirchner, el ministerio seguirá bajo la influencia de la hermana del Presidente. Para ese puesto se menciona a Icazuriaga y a la dupla que dirige el PAMI, la ex ARI Graciela Ocaña y su número 2, el ex secretario de Salud de Santa Cruz Juan Carlos Nadalich.