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Por Roy Cortina *

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires está extraviado. Ello se refleja en la orientación de su gestión y en la orientación política de la fuerza que impulsó a Aníbal Ibarra al poder. ¿Qué ha pasado en estos dos años en la Ciudad de Buenos Aires? ¿Fue cooptado el gobierno por personajes que expresan ideológicamente lo opuesto a lo prometido en la campaña electoral? ¿Es Aníbal Ibarra una versión más joven de los políticos tradicionales? Ni una cosa ni la otra.
La administración de la Ciudad carece de rumbo porque no hay un proyecto político que lo sustente y que sea la expresión de un espacio de izquierda democrática, plural, cohesionado y con anclaje social. El espacio de centroizquierda, lamentablemente, siempre priorizó la construcción mediática y la apuesta ingenua y voluntarista a una persona. Así, el Frepaso y la Alianza de la ciudad fueron un derivado del fracasado gobierno nacional de la Alianza.
Transcurrido más de la mitad de su mandato, la actual gestión porteña no ha mostrado ninguna idea-fuerza que lo distinga. No lo hizo antes del desastre económico y no lo hace ahora que gobierna con leyes de emergencia que le permiten una concentración desmedida de poderes, mientras propagandiza el presupuesto participativo.
Los socialistas debemos tomar distancia del gobierno de Aníbal Ibarra y, para hacerlo, la conformación de un nuevo bloque en la Legislatura no es suficiente, también tenemos que dejar los espacios que ocupamos en el Ejecutivo. Es urgente que esto ocurra, no para convertirse en una fuerza opositora descarnada sino para abocarnos prontamente a la reconstrucción de un espacio progresista que vuelva a reunir a todos los socialistas –populares, democráticos y auténticos– en el camino irreversible hacia el Partido Socialista Unico. Un proyecto en el que el candidato sea tan importante como la construcción colectiva, la claridad ideológica y la inserción social de la fuerza que lo impulsa, donde primero se discutan estos últimos puntos y luego se definan las candidaturas. Un proyecto que necesariamente tome nota del pasado para no repetir la historia.
Este espacio tendrá que estrechar vínculos con el ARI y con otros movimientos populares como el Frenapo, entre los cuales el Frente Grande y el actual jefe de Gobierno de la Ciudad seguramente serán parte.
Ese es el camino para contribuir a la candidatura de Elisa Carrió, en la lucha contra las fuerzas del centroderecha y el menemismo, y para que en nuestra ciudad dejemos de apuntalar lo viejo y empecemos a crear lo nuevo.

* Diputado porteño por
el PSP.