EL PAíS › EL PRIMER DIA DE LA CONVENCION DEJO EXPUESTAS LAS DIFERENCIAS
La estructura orgánica de la UCR mostró la absoluta mayoría del partido contraria a una alianza con el Gobierno. Hoy definirán la estrategia frentista. Sin nombrar a Roberto Lavagna, el radicalismo liderado por Raúl Alfonsín mira al ex ministro y critica a los correligionarios cercanos al Presidente. El socialista Hermes Binner estuvo en el encuentro.
› Por Miguel Jorquera
Desde Rosario
“Y ya lo ve, y la lo ve, es para Kirchner que lo mira por tevé”, cantaron militantes y dirigentes al cierre de la primera jornada de la Convención Nacional de radicalismo que se realiza en Rosario. La algarabía la desató el recuento de los convencionales presentes: “273 sobre un total de 340”. La masiva presencia se tomó como un triunfo no sólo sobre los radicales K –que decidieron a último momento pegar el faltazo a la reunión– sino sobre el gobierno nacional, en el que descargaron las críticas y responsabilizaron de intentar “dividir a la UCR en busca de un proyecto hegemónico”. Los principales espadas radicales esquivaron la palabra “ruptura” para referirse a la crisis partidaria. “Al que no le gusta que se vaya, tienen las puertas abiertas”, sintetizaban anoche los principales dirigentes, que aseguraban que no recurrirán a las expulsiones. En ningún momento mencionaron a Roberto Lavagna, pero todo hace prever que hoy se convalidará la conformación de coaliciones electorales que le abrirá paso a la candidatura presidencial del ex ministro de Economía. En el teatro del sindicato de Luz y Fuerza, Raúl Alfonsín, presente en el encuentro, tuvo la foto que buscó con tanta insistencia en los últimos tiempos: mostrarse junto a los dirigentes más importantes del Partido Socialista.
“Son deserciones”, fue una de las palabras elegidas por distintos dirigentes radicales para evitar la palabra ruptura en el radicalismo, ante la ausencia de los gobernadores e intendentes que prefieren buscar “la concertación” con el kirchnerismo antes de armar un frente opositor, como intenta la conducción partidaria, con Lavagna a la cabeza de una fórmula presidencial (ver aparte).
Aunque la Convención no se pronunciará sobre candidaturas, todo está previsto para que se apruebe “la búsqueda de acuerdos y coaliciones electorales” y se dé mandato a una “comisión de notables” que entable negociaciones. Aunque nadie quiso calzarse ese mote, todos dejaron entrever que la comisión estará integrada por dirigentes partidarios e institucionales del radicalismo. Lugares en los que se destacan quienes respaldaron la decisión de Alfonsín de levantar la candidatura del ex ministro de Economía de Néstor Kirchner en un frente opositor del que también serán parte los ex duhaldistas de El General, y para el que están tentando a otros posibles aliados.
Así, la UCR abrió sus puertas para que los díscolos se vayan pero sin cerrarla a sus espaldas. Confían en que de aquí a las elecciones “muchos de ellos intenten regresar” al hogar en el que se formaron. Pero tampoco se refieren a las deserciones de los rebeldes como un éxodo y expusieron los números de los convencionales presentes como un triunfo sobre ellos.
Tuvieron asistencia perfecta Santa Fe (22), Entre Ríos, Tucumán (12) y Mendoza (13), la tierra del gobernador Julio Cobos, uno de los principales impulsores de la concertación con el Gobierno. Mayoría abrumadora en distritos importantes como Buenos Aires (63 de 73), Capital (24 de 28) y la propia Catamarca (5 de 8) de otro gobernador K: Eduardo Brizuela del Moral. En cambio, hicieron sentir su peso partidario otros acuerdistas como Saiz en Río Negro (1 de 8) y Zamora de Santiago del Estero, que no envió ningún convencional, igual que Neuquén.
Adolfo Stubrin, como presidente de la convención, abrió la reunión con un discurso duro contra el Gobierno. “Interfiere en la vida interna de nuestros partidos, tiene una visión hegemónica en busca de un régimen plebiscitario que requiere el monopolio del poder”, dijo el dirigente sobre el presidente Kirchner. Desde el escenario lo aplaudían el propio Alfonsín, el presidente del Comité Nacional, Roberto Iglesias; el presidente de la bancada de senadores, Ernesto Sanz; el ex gobernador chaqueño Angel Rozas y el actual vicegobernador Eduardo Moro. “Queremos ser alternativa para el 2007”, insistió Strubrin.
Tampoco ahorró críticas para los correligionarios rebeldes. Los radicales K “tienen complejo de inferioridad, por eso hubiésemos querido que estuvieran acá para ayudarlos”, volvió a la carga Stubrin, que remarcó el papel que debe asumir la UCR para criticarlos: “Pueden mantenerse en su comarca mientras el partido se debilita en el orden nacional, cuando éste debe estar en primer término”, dijo para luego agregar que así lo que se consigue “es la perpetuación del poder hegemónico”
A su turno, Sanz remarcó el trabajo parlamentario de los radicales para pegarle duro a díscolos y a Kirchner. “Mientras nosotros trabajábamos por el federalismo de verdad, ellos tocaban el timbre en Balcarce 50 a ver si Papá Noel les entrega algo”, argumentó. Después insistió en que “la UCR debe discutir el poder en serio en la Argentina, no como lo hace el Gobierno, con birome y billetera para consolidarse en el poder. Una birome y una billetera que sólo maneja el jefe y hacia abajo todos se encolumnan”.
El cierre fue para Iglesias. En un tono de voz más suave, fue uno de los que se encargó de evitar mencionar sanciones o expulsiones para decretar la ruptura. Ahora sólo insistió en dejarle las puertas abiertas a los acuerdistas para que emigren del radicalismo. Pero también se dirigió al kirchnerismo para responsabilizarlo de la crisis radical: “Nos dicen que la UCR está muerta, pero no dejan de tener la vista puesta acá, porque el radicalismo es la única estructura partidaria que puede ponerle freno a su hegemonía”, profetizó.
De todas maneras, la convención no será tan monolítica como pretenden sus dirigentes. Ayer, Margarita Stolbizer hizo saber que “no está con Kirchner ni con Lavagna” y que dará debate. El capocómico Nito Artaza se hizo lugar entre las funciones del viernes y sábado para mostrarse junto a Stolbizer en su reclamo, y el local Luis “Changui” Cáceres dijo que si venían “los radicales K”, él se alinearía junto a la conducción pero ahora también planteará sus dudas. Aunque eso será recién hoy a partir de las nueve de la mañana.
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