El llamado de Néstor Kirchner a una concertación plural no está dirigido únicamente a los gobernadores radicales. En la última semana, el kirchnerismo inició un trabajo lento pero sistemático para lograr sumar al proyecto oficial a intendentes de un gran espectro de partidos nacionales y provinciales. Ayer fue el turno de un grupo de jefes comunales de Chaco, pero ya pasaron por la Casa Rosada representantes de Córdoba, Santa Fe, Corrientes y La Pampa.

El esquema que se propuso el kirchnerismo no se limita a la foto del Presidente con los mandatarios radicales K, sino que se extiende hacia abajo en las estructuras de poder. A ese trabajo de hormiga está abocado desde el 25 de mayo el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.

El funcionario recibió ayer a Alicia Zaula, intendenta radical de Barranqueras, la tercera ciudad en importancia del Chaco. También estuvo otro radical: Elías Briango (UCR), de Fontana. Por el justicialismo fueron Rodolfo Polich, de Margarita Belén; Juan Mosquera, de Lapachito; Raúl Kesque, de Basail y Roberto Phipps, de Colonia Benítez. También hubo un intendente de Acción Chaqueña: Rosario Avalos, de Puerto Eva Perón.

El libreto que les repitió Parrilli a cada uno de ellos es el mismo: que Kirchner busca reconstruir un movimiento nacional y popular, con acento en los derechos humanos y búsqueda de la inclusión social. El funcionario sugirió a los presentes que nadie quedaría exento de un respaldo electoral pero dejó en claro que el tema sólo será abordado en el próximo año y no antes.

Dicho de otra manera, la apuesta oficial es socavar el armado provincial que suele tener su vértice en el gobernador. Se trata de una estrategia que cubra la eventualidad de que el mandatario no comulgue con Kirchner. A este diseño suele aportar la hermana del Presidente y ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, con los Centros de Integración Comunitaria que crecieron y crecerán como hongos a lo largo y ancho del país. Se trata de locales desde donde el Gobierno ejecuta la ayuda social hacia zonas vulnerables sin intermediarios.

Así como se abrieron las puertas del despacho de Parrilli, o alternativamente las del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para los intendentes chaqueños, lo mismo sucedió con los correntinos. Hubo una nutrida delegación de la que también participaron el diputado nacional del radicalismo Ricardo Colombi, el senador provincial Hugo Perrota y el intendente de Corrientes Capital, Carlos José Vignolo.

Córdoba aportó lo propio con intendentes vecinalistas, tanto del justicialismo como del radicalismo. Hubieron representantes departamentales de Marcos Juárez, Río Cuarto, Río Segundo, Colón, Tulumba, San Justo, Roque Sáenz Peña, Calamuchita, Santa María y Punilla, entre otros.

Otros que hicieron pie en la Rosada fueron los presidentes comunales de Santa Fe. Llegaron de Colonia San José, Franck, Matilde, San Carlos Norte y Sur, Las Tunas, San Agustín, Sauce Viejo, Gessler, López, Larrechea, Centeno, Gaboto, Maciel, Díaz, Monje, San Fabián, Yrigoyen, Barrancas, Figuera. Desde las provincias de La Pampa y Catamarca aportaron lo suyo y para las próximas semanas el Gobierno buscará repetir el esquema con el principal distrito del país: la provincia de Buenos Aires.