EL PAíS › LA PROTESTA POR LAS PASTERAS LLEGARA EL VIERNES A LA SALIDA DE LOS FERRIES
Los ambientalistas decidieron instalar en Buenos Aires el conflicto por la contaminación del río Uruguay. Ayer se reunieron con encargados de Prefectura después de ver cómo organizar la “logística” de la movilización. Algunos piensan tapizar el piso de huevos para que con el calor se sienta el olor que emanará de Botnia.
A los cuatro asambleístas que ayer se dieron una vuelta por la terminal de Buquebús el incógnito les duró poco. “Nos tenían refichados”, reconoció Alfredo De Angelis, uno de los ambientalistas que terminó tomándose un café con dos jefes de Prefectura Naval para aclarar los tantos. “Venimos por logística para ver cómo funciona el lugar y qué acción se puede encarar, sin molestar a la gente”, acotó José Pouler, coordinador de la asamblea de Gualeguaychú. Tras media hora de charla, los asambleístas encararon para el local de la asamblea de San Telmo, donde se estaban ultimando los detalles de un acto que se realizará este viernes en la supervigilada terminal, a un mes de la marcha que llevó el reclamo por la pastera a la Plaza de Mayo. “Va a ser una acción pacífica, sin banderas partidarias”, informaron los organizadores porteños.
“Les avisamos a los de prefectura que no queremos hacer algo agresivo, que no vamos a tirarle huevos a la gente”, comentó De Angelis en su intento por minimizar el revuelo generado durante la mañana. “Fue una charla amigable, se dieron cuenta de que solo somos dos comerciantes y dos hombres de campo”, definió respecto de sí y de sus compañeros Pouler, Jorge Fritzler y Juan Ferrari. Es que ayer los asambleístas se encontraron con una multitud de agentes de la prefectura, que rodeaban la terminal dispuestos en pares, a diez metros de distancia, respaldados por dos barreras de agentes en las cercanías del lugar ¿Y el Grupo Albatros? “Están disfrazados de prefectos, se encargan de la seguridad externa”, informó uno de los encargados de la seguridad. A pocos metros, podía verse a los uniformados solicitando los pasajes a todo aquel que quisiera ingresar a la terminal.
Desde que el fiscal Martín Lapadú pidió que se asegurase el libre tránsito, la creciente presencia de las fuerzas de seguridad preocupa a los asambleístas, que venían buscándole la vuelta a una posible acción en la terminal de ferries en Puerto Madero, desde donde parten los barcos que diariamente operan entre Capital Federal, Colonia y Montevideo. “Con las expresiones que hizo el fiscal la gente tiene miedo, pero el pueblo de Gualeguaychú está firme”, advirtió De Angelis.
Por estos días, Buquebús bate records en venta de pasajes y ya elevó de 8 a 15 las salidas diarias. “Es imposible agregar más frecuencias de las que hay por una cuestión operativa”, reconoció ayer el vocero de Buquebús, Claudio Merella, quien aseguró que para el período de cambio de quincena y de mes fueron agregadas salidas hasta el límite máximo posible. Por otra parte, el ejecutivo relativizó el riesgo de que el reclamo de los asambleístas adquiera un tinte violento. “En las dos oportunidades en las que protestaron aquí en ningún momento impidieron el ingreso de vehículos y pasajeros, y fue una actitud absolutamente pacífica”, indicó.
Por ahora, los asambleístas no descartan la idea de trasladar el mal olor que generaría la papelera finlandesa a Buenos Aires. “Tal vez coloquemos huevos sobre el asfalto, en la entrada de la terminal, para que los pisen los autos. Cuando empiece a calentar el sol y se pudran, el olor va a ser insoportable”, sugirió De Angelis, un asambleísta que milita en la Federación Agraria. Para testear el cambio de actitud en la modalidad de la protesta basta con recordar la última visita que realizaron los asambleístas a la terminal, en junio pasado. En aquella ocasión, junto a miembros de asambleas barriales de la Capital Federal y de organizaciones sociales, además de volantes informativos, se repartieron naranjas. “Pruébelas ahora, antes de que las contaminen” era la consigna.
Mientras se agudizan los cortes en Colón y Concordia (ver aparte), el puerto de Buquebús se vuelve cada día más estratégico para quienes deciden veranear del otro lado del río. Ayer, el embajador argentino en Uruguay, Hernán Patiño Mayer, se refirió a esta situación afirmando que la presencia de viajeros de “alto poder adquisitivo puede estar compensando” la merma de visitantes argentinos que veranean en las costas orientales a raíz de las protestas. Según comentó el representante diplomático, los operadores turísticos y quienes tienen actividades vinculadas con los veraneantes “están muy preocupados porque los turistas lleguen, no porque se vayan”.
“Ya vinieron varios comisarios de la zona y gente de inteligencia de la Prefectura preocupados por el tema. ¡Están pensando que vamos a hundir un barco!”, ironizó Rubén Saboulard, de la asamblea de San Telmo, donde se están preparando los detalles del acto de este viernes, en apoyo al reclamo de la asamblea de Gualeguaychú. “Vamos a imprimir 15 mil afiches para invitar a la gente, van a venir asambleas de toda la capital, el MST, la FUBA, el Polo Obrero y otras asociaciones ambientalistas”, adelantó Saboulard, al tiempo que informó que el acto se va a realizar al mediodía y no se podrán llevar banderas partidarias.
Además de establecer si existen embarcaciones que zarpan desde el puerto de Buenos Aires con mercadería para la papelera Botnia, que este viernes realizará pruebas hidráulicas, la visita de ayer apuntaba a coordinar acciones futuras con algunas agrupaciones porteñas. De hecho, la idea de bloquear la terminal de Buquebús había sido sugerida por los asambleas barriales locales, que acompañaron a los vecinos de Gualeguaychú el 12 de diciembre pasado, cuando los asambleístas intentaron nacionalizar la causa marchando hasta la Capital Federal. “El apoyo quedó plasmado en la convocatoria que tuvo la marcha a Plaza de Mayo, de la que participaron 1000 entrerrianos y 9000 porteños y bonaerenses, de más de 90 asambleas”, comentó por aquellos días el asambleísta Martín Alazard.
Seguramente los asambleístas enviarán una comisión para que participe del acto para evitar cualquier disputa entre los organizadores porteños.
Aunque lo que realmente les preocupa a los entrerrianos es la posi-ble presencia piquetera. “Si quieren sumarse tendrán que cumplir las reglas, que son claras: sin palos ni caras tapadas”, advirtió De Angelis, que no quiere que el reclamo se les vaya de la mano. “Si logramos hacer los cortes en Colón y Concordia, y el acto sale bien, este va a ser un fin de semana muy mediático”, reflexionó José Pouler, que ayer, desde temprano, desafió: “Los vecinos de Gualeguaychú no tenemos miedo a hacerle un bloqueo a Buquebús”.
Informe: Emilio Ruchansky.
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