Podría ser una guerra de afiches. Podría ser una guerra de cantitos. O de movilización por la calle. Pero no. Desde hace semanas, la campaña por la gobernación de la provincia número 23 (así le dicen a este confín del mundo, en esta ciudad incluso hay un diario con ese nombre) se convirtió en una sucesión de denuncias judiciales y operaciones extrañas. Las dos principales fórmulas, Hugo Cóccaro-Rosana Bertone (Frente para la Victoria) y Jorge Garramuño-Pablo Blanco (Movimiento Popular Fueguino-Unión Cívica Radical), han protagonizado o sido objeto de episodios altisonantes con impacto garantizado en los medios. Primero fue la filmación del pago de una presunta coima que recibía Pablo Wolaniuk, entonces primer candidato a legislador de la coalición Mopof-UCR. Después fue una denuncia por financiamiento ilegal de la campaña que Garramuño le imputó a Cóccaro, actual gobernador. La cereza del postre se produjo el jueves a la tarde, cuando en el sitio web Youtube aparecieron supuestos audios de Bertone en los que definía a su compañero de fórmula como “un tipo que mandó matar gente”. Como broche, ayer la provincia se quedó durante varias horas sin conexión a Internet.

Tierra del Fuego es una isla y no tiene nada del calor tropical de Macondo. Ayer hizo tres grados bajo cero, la nieve caía como finísimas telitas que flotaban al compás del viento. A pesar del frío y de la arquitectura alpina, Ushuaia hacía pensar en la Aracataca que popularizó García Márquez. Por un sabotaje planificado al detalle, durante muchas horas no hubo conexión a Internet. Tampoco funcionaron bien los celulares. Alguien había cortado el cable de fibra óptica en el kilómetro 2827. La explicación que recorrió la ciudad fue que los saboteadores quisieron impedir que los fueguinos pudieran acceder a los audios de Bertone que estaban disponibles en Internet. Como los cierres de campaña ya se habían realizado (fueron el jueves a la noche) y se estaba en medio de la veda electoral, la inquietud de algunos era que las grabaciones hicieran cambiar de opinión a algunos votantes.

La elección de mañana podría traer algunas sorpresas. Según las últimas encuestas, la fórmula Cóccaro-Bertone se impondría por unos diez puntos. Una de OPSM le proyecta una ventaja de 18 puntos (ver recuadro). La Constitución provincial dispone que en caso de que ninguno de los partidos alcance la mitad más uno de los votos se debe convocar a una segunda vuelta, en un modelo similar al porteño. Todos los candidatos descuentan que habrá ballottage, pero la incógnita es quién será el competidor del Frente para la Victoria. La tradición de la política fueguina y el peso de los aparatos municipales hace suponer que el rival de la segunda vuelta será la coalición Mopof-UCR (Garramuño gobierna Ushuaia, el radical Jorge Martín hace lo mismo en Río Grande, la segunda ciudad de la provincia). Sin embargo, hay quienes no descartan un batacazo por parte del ARI, que en Tierra del Fuego es un partido con mucho arraigo y buenos resultados en las elecciones, sobre todo legislativas.

El partido de Carrió postula como gobernadora a la diputada Fabiana Ríos. La posición del ARI se desprende de las palabras de su primer candidato a legislador provincial, Manuel Raimbault. “En las elecciones de mañana se discute si se puede sacar a la mafia. Acá ha habido un proceso de degradación institucional y corrupción. No podemos elegir entre la mafia siciliana y la napolitana”, dijo Raimbault a Página/12.

Mientras, en la provincia con el presupuesto más alto del país según la cantidad de habitantes y con las temperaturas más bajas en cada temporada invernal, miles de argentinos calientan sus casas con leña o gas en garrafas. Esa Tierra del Fuego no aparece en las postales.