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Si los bancos argentinos venían zafando de los cacerolazos, en cambio el Estado no esquivó ayer la furia masiva de comerciantes y ahorristas. Ayer el Banco Central fue el blanco elegido por la Coordinadora de Actividades Mercantiles (CAME) para mostrar su repudio al corralito y para reclamar que renuncie todo el directorio.
Cerca de 400 comerciantes y empresarios pyme se concentraron en el microcentro para marchar hacia el banco. “Basta, no los queremos más, váyanse” exigió Osvaldo Cornide, el titular de la CAME, en referencia a los directores del Central que todavía están en funciones luego de la renuncia de Roque Maccarone. “Planteamos el fin total del corralito y la remoción del directorio del Banco Central que fue el responsable de dejar ir del país a 20.000 millones de dólares y retener ahora los ahorros de la clase media, los jubilados y los trabajadores”, agregó.
Tras advertir que miles de empresas “están en una situación de pre quiebra”, el dirigente consideró que “la gente no va a parar hasta que no le devuelvan la plata del corralito”. Frente a la sede bancaria, ubicada en Reconquista al 200, los manifestantes colgaron una enorme bandera que decía “Basta, patria financiera.CAME”. En este sentido, Cornide destacó que “no es que no haya progreso financiero sin un banco; es exactamente a la inversa: no puede haber un sistema financiero sólido en una economía que no progresa”.