Desde Gualeguaychú

“Tenemos que seguir firmes en esto. El discurso no alcanzó, porque si nos van a compensar como nos compensaron estamos fritos”, gritó a las cámaras el presidente de la Federación Agraria entrerriana, Alfredo De Angeli. Los ruralistas, sobre la ruta 14, acompañaron con resonantes aplausos. Así, después de una hora de disertación en pequeños grupos, el más radical de los piquetes rurales ratificaba el paro nacional agropecuario hasta el miércoles. “Quedémonos los duros, que yo sé que vamos a ser muchos”, invitó De Angelis, parado sobre la cola de una pick up blanca.

En los bares, los piqueteros se amontonaban frente a los televisores que yuxtaponían las imágenes de Cristina Fernández de Kirchner y el ministro de Economía, Martín Lousteau, con las de De Angeli. Detrás, con disimulo, un grupo de gendarmes compraba souvenirs. Sobre la ruta, sin que estuviera cortada por completo, el grupo mayor de ruralistas escuchaba el discurso. De Angelis, como ya es costumbre, contemplaba a sus dirigidos sentado sobre la camioneta donde se improvisaban dos parlantes. Detrás, un cartel lo apoyaba: “No sabemos quienes somos hasta que vemos lo que podemos hacer. Fuerza Alfredo”.

Luego del discurso de CFK, por unos minutos reinó el desconcierto. Las propuestas lanzadas por el Gobierno generaban una mezcla de confusión y desconfianza generalizada que hasta el mismo De Angelis reconoció. “Esto no se puede resolver esta noche. Han tirado muchos números y no me atrevo a tomar decisiones”, dijo en un principio. Reconoció la buena voluntad de la CFK de “tirar propuestas”, pero subrayó que “ahora hay que estudiarlas”. “No quiero echar más leña al fuego, reconozco el tono amigable y negociador de la Presidenta”, agregó. Sin embargo, se aventuró: “¿Para qué complicarnos? Que no nos saquen, así no hay que compensar. Creo que el paro debe continuar” y pidió tiempo para conversar con otros dirigentes.

La asamblea se reorganizó espontáneamente. Los chacareros se fueron congregando en grupos para digerir las propuestas. El malestar ya lo habían demostrado cuando la Presidenta dio a entender que la soja crece como yuyo, cuando habló de imposiciones y criticó los asados que los ruralistas preparan a la vera de la ruta. “Esta historia ya la conocemos. Acá pasa siempre lo mismo, los reintegros nunca vuelven, más en un país como éste. ¿Cuándo viste que el Estado te devolviera algo?, se preguntaba uno de ellos, que prefirió el anonimato. Los que aquí cortan la ruta en su mayoría son pequeños y medianos productores. Esos mismos que la Presidenta busca como interlocutores.

“Te devuelven lo que están sacando. Así no va, que les pongan un impuesto extra a los grandes productores y listo”, proponía otro. “Podemos negociar, no es que seamos intransigentes como dicen los medios. Podemos conversar unas retenciones al 38 por ciento por ejemplo, pero ella no quiere dar el brazo a torcer”, añadía el primero. Hernán Piana, un citricultor de 14 hectáreas de Villa del Rosario, Entre Ríos, fue uno de los que ayer arrojó sobre la ruta varios miles de naranjas en señal de protesta. “Estamos perdiendo”, se quejaba desesperado. “Yo pido que se sepa distribuir la riqueza porque si esto sigue así, va a terminar como en un nuevo 20 de diciembre. Yo sé lo que está pasando en el interior”, amenazó.

En el transcurso del día, la tensión había ido creciendo. Por la mañana, una imponente movilización de gendarme desplazó de la ruta a los manifestantes que cortaban a la altura de Arroyo el Sauce. Se trató de tres hileras de hombres de fajina, desarmados, que en tres largas columnas garantizaban el paso de todo tipo de vehículos.

Luego, cerca de las 15.30, los gendarmes apoyados con sus escudos avanzaron sobre los manifestantes a unos 15 kilómetros de ahí, donde un grupo de ruralistas revisaba a los camiones que pasaban. Fue el momento de mayor nerviosismo, con empujones, roces y peleas. El enfrentamiento, según las argumentaciones oficiales, surgió de la decisión de la asamblea de prohibir el paso a los camiones provenientes de los países vecinos, justo en la ruta conocida como “del Mercosur”.

Como consecuencia de los enfrentamientos, los piqueteros decidieron abandonar Arroyo el Sauce y trasladarse hacia el kilómetro 52, a 13 de Gualeguaychú. Allí escucharon a la Presidenta y negociaron con los gendarmes. También allí será la asamblea de hoy a las 12, donde seguramente se resuelva mantener las medidas de fuerza y la convocatoria al “encuentro federal agropecuario” del miércoles al que el titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, ya prometió asistir.

Informe: Diego González