EL PAíS • SUBNOTA › ACUSACIONES CRUZADAS EN EL INICIO DE LAS REUNIONES TéCNICAS
El Gobierno y las cámaras ruralistas empezaron a buscar soluciones al conflicto, pero sin poder ocultar la desconfianza mutua. Hubo avances modestos en trigo, mientras se frustró la reunión por carne. Denuncias a Moreno por “amenazas”.
El día en que finalmente el Gobierno y las entidades ruralistas se sentaron a negociar aspectos técnicos de la política agropecuaria, el clima se puso espeso. De las dos reuniones previstas, una sobre trigo y otra sobre carne, se concretó sólo la primera, mientras que la de ganadería se postergó para hoy “por problemas de agenda”, según la versión oficial. Federación Agraria, Sociedad Rural, Confederaciones Rurales y Coninagro, en cambio, atribuyeron la suspensión a una “maniobra tendiente a ‘embarrar la cancha’, buscando el fracaso de las gestiones de buena voluntad iniciadas por la Presidenta y las entidades”. Así lo indicaron a través de un breve comunicado. En relación al trigo, se acordó buscar algún mecanismo para que los productores puedan cobrar el precio pleno sin que se traslade a los consumidores.
“Nos prometieron el precio lleno, pero no dijeron ni cuándo, ni cómo, ni dónde”, respondieron desde las entidades, con fastidio y desconfianza. Federación Agraria entregó tiempo atrás un plan de compensaciones hacia los productores y los molinos a fin de que los primeros puedan embolsar el precio pleno sin que eso impacte en los precios al mercado interno.
Agricultura señaló que esta tarde continuará la reunión por trigo. En cuanto a la apertura del registro de exportaciones, la otra medida demandada por los ruralistas, no hubo una respuesta explícita. Martín Lousteau anunció el 1º de abril que se abriría, pero aún no sucedió. Guillermo Moreno lo justificó diciendo que si se lo hiciera ahora, se dispararía el precio de la harina. Supuestamente, la apertura llegará más adelante, aunque se lo haría con cupos mensuales a los operadores. Son todos temas que se deberían resolver a través de la negociación, que avanza a los tumbos.
La mejor muestra de ese clima fue lo que ocurrió con el frustrado encuentro por la carne. Las cámaras patronales denunciaron “presiones y amenazas por parte de funcionarios relacionados con el Comercio de Ganados y Carnes” a consignatarios y productores. En concreto, afirmaron que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, fue ayer al Mercado de Liniers y repartió amenazas varias, nunca explicadas con precisión, que enturbiaron un panorama ya complejo.
El Gobierno no respondió esa acusación. A última hora, la Secretaría de Agricultura emitió un comunicado en el que señaló que la reunión de la mesa ganadera no se pudo concretar por cuestiones de agenda y que simplemente se pasó para hoy a la mañana. Pero aclaró que a ese encuentro están convocados los presidentes de las entidades y no sólo los equipos técnicos que estuvieron ayer en esa dependencia discutiendo sobre el trigo.
Entre tanto, ayer se sucedieron declaraciones de un lado y del otro de tono confrontativo e incluso amenazante. El presidente de Federación Agraria, Eduardo Buzzi, advirtió que “no hay tiempo para dilatar más” las soluciones que reclama el sector. Si bien “todavía se está a tiempo” de encauzar las negociaciones, las asambleas están “impacientes”, remarcó. “Hay bronca, descreimiento, no hay confianza”, describió. En una línea todavía más dura, como es habitual, se ubicó el director de esa entidad y presidente de la Federación Agraria de Entre Ríos, Alfredo De Angeli. “Si el 2 de mayo esto no está resuelto, volvemos a las rutas”, sentenció.
“Las confianzas se ganan caminando. Tampoco es fácil hablar con dirigentes que han llevado al país a un paro de 21 días y han desabastecido a la Argentina”, devolvió Alberto Fernández. De todos modos, el jefe de Gabinete mencionó que es momento de “pasar la página” y buscar un sendero “positivo”.
Se suponía que eso debía ocurrir en los encuentros técnicos en la Secretaría de Agricultura. Pero el de carne no se realizó. Según el secretario de CRA, Javier Jayo Ordoqui, fue porque Moreno estuvo “presionando” en el Mercado de Liniers. Ulises Forte, de Federación Agraria, también lo responsabilizó. La versión de fuentes de las entidades ruralistas fue que el secretario de Comercio Interior se presentó ayer temprano en Liniers e increpó a consignatarios y productores agrupados en la Cámara de Engordadores de Hacienda. Les habría exigido que mantengan el abastecimiento en caso de un nuevo lockout rural, bajo amenazas difusas. Ni públicamente ni fuera de micrófono los dirigentes rurales supieron explicar el contenido de las supuestas presiones. Lo que sí dijeron fue que a causa de ese entredicho se desató una muy dura pelea entre Moreno y el secretario de Agricultura, Javier De Urquiza, que habría derivado en la suspensión del encuentro de la mesa de la carne.
Desde el Gobierno negaron esa pelea y acusaron a los ruralistas de tergiversar información. Por ejemplo, dijeron, nunca estuvo previsto que las reuniones de ayer fueran a las 10 de la mañana, como anunciaron las entidades, ni tampoco a las 5 de la tarde, como también señalaron las cámaras del campo. “Van creando un clima de tensión con alguna intencionalidad oculta”, arriesgaron.
Lo único concreto ayer fue la reunión de dos horas en Agricultura para analizar la política hacia el trigo. La encabezó De Urquiza y, después de que los participantes se sacaron las fotos, ingresó Moreno y se quedó allí algo más de 45 minutos. Agricultura informó que durante la charla se acordó evaluar los mecanismos para que los productores del cereal reciban su precio pleno a nivel internacional, a pesar de las retenciones. “Las entidades presentarán una propuesta por escrito” sobre cómo lograrlo, indicó el organismo.
La vicejefa del Gobierno porteño, Gabriela Michetti, elogió la decisión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de establecer una mesa de diálogo con el campo luego de la confrontación, por considerar que “es lo que debe hacer” una jefa de Estado. “Cuando uno gobierna, lo que hace es dirimir conflictos y equilibrar intereses, para que los de ninguno primen sobre los del resto”, aseguró Miche-tti. No obstante, advirtió que “las respuestas tienen que ser lo más rápidas posibles, ya que el campo es hoy una fuente de riqueza no sólo para los propietarios de campos, chicos, medianos o grandes, sino para todas las ciudades del interior”. En tanto, en una actitud más confrontativa, el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, alertó que por falta de “una política agropecuaria en la provincia se ha detenido la cadena de pagos”, lo que a su vez “genera problemas económicos y seguramente tendrá repercusiones sociales”. El gobernador señaló que “para Santa Fe es de vital importancia que se resuelva el problema agropecuario”, razón por la que en su gobierno están muy preocupados por la búsqueda de una solución rápida, para tratar de que los daños producidos no se sigan incrementando. “Estamos sufriendo las consecuencias de no tener una política agropecuaria”, señaló Binner, quien afirmó que en los próximos días presentará al gobierno nacional una propuesta para el campo y la industria.
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