Con una mirada crítica sobre las clausuras a La Opinión y Crónica, entre varios y declamados repudios a los decretos de la dictadura, se destaca un pronunciamiento de la Asociación de Diarios Entrerrianos:

- “La sanción impuesta a los diarios mencionados importa un injustificado ataque a la libertad de prensa y una contradicción con los objetivos proclamados de implantar en el país una democracia, fuerte, eficiente y estable”.

- “Limitar entonces la labor periodística a la publicación de noticias oficiales es implantar la censura, privando al pueblo y al gobierno de su derecho a la libre información y asignar a trascendidos periodísticos la posibilidad de alterar la tranquilidad del país, es desconocer la madurez puesta de relieve por la opinión pública, así como la ponderación con la que la prensa argentina cumple con su deber”.

El Herald, en su editorial del 25 de abril de 1978, apeló a una vieja historia popular para reseñar su idea sobre las clausuras: “Hace aproximadamente mil años, el mensajero que trajera malas noticias corría el riesgo de ser ejecutado por desagradar al rey. Un gobierno que clausura un diario por publicar una información que le molesta está actuando en una forma igualmente primitiva (...) La clausura de dos diarios por tres días lo único que hace es precisamente que las personas se pregunten qué está pasando”.