EL PAíS • SUBNOTA › LA FEDERACIóN AGRARIA QUIERE VOLVER A LA PROTESTA. LA COMISIóN DE ENLACE DEFINE EL MARTES
El Consejo Directivo de la Federación Agraria respondió al acuerdo con los transportistas con una nueva convocatoria al lockout.
› Por Raúl Dellatorre
Mientras las entidades del transporte de cargas se fracturaban, la Federación Agraria apuró ayer a las otras tres entidades que conforman la Comisión de Enlace adelantando que propondrá retornar a la no comercialización de granos para exportación a partir de la semana próxima. Fue la respuesta instantánea que dio la organización que lidera Eduardo Buzzi al presunto acuerdo con los transportistas de carga para mover los granos que se encuentran almacenados en silos en el campo (ya sean de cooperativas o de acopiadores) hacia los puertos. Es la primera vez que una de las entidades toma públicamente postura individual antes de debatirlo con las demás. Un par de horas después de hacerse pública la posición de la Federación Agraria, salió a la luz un comunicado de la Comisión de Enlace. “A la espera de una urgente convocatoria” del Gobierno, instó a los productores a manifestarse “sin afectar el orden público ni los legítimos derechos de los demás conciudadanos”.
El panorama se cargó de mensajes políticos, pero no varió en la práctica. Desde el lunes pasado, las cuatro entidades dejaron sin efecto formalmente la medida de fuerza, que disponía no vender granos al mercado. Pero al mismo tiempo, justificaba “las decisiones individuales de los productores de no vender”, dado que “las condiciones de comercialización” no eran favorables. Como, además, esta actitud desató la reacción de los transportistas, volvieron los cortes de rutas, pero esta vez con los productores en papel secundario.
Desde el lado de las entidades, hay promesa de que el panorama seguirá igual. El Consejo Directivo de la FAA, con presencia de los titulares de la organización de todas las provincias en que tiene representación (incluida Entre Ríos, por la que participó Alfredo De Angeli), deliberó ayer en Rosario desde la mañana. Cosa curiosa, ningún dirigente habló al ingresar al lugar del encuentro. Recién al atardecer, cuando ya otros actores habían hecho su jugada (el dirigente transportista Carlos Di Nunzio, junto al secretario de Transporte, Ricardo Jaime), la Federación cruzó la versión del “acuerdo” para transportar granos con un llamado a retornar a las medidas de fuerza.
“En tanto no se visualicen soluciones para los pequeños y medianos productores, la FAA propondrá a la Comisión de Enlace a partir de la próxima semana una nueva etapa de protesta, consistente en la modalidad hasta ahora desarrollada de no comercialización de granos con destino a exportación”, señaló el comunicado de prensa de la Federación Agraria. La entidad resolvió también “recomendar a los productores no comercializar granos en tanto las condiciones no resulten claras y convenientes, como así mantener el estado de alerta y movilización y permanecer a la vera de la ruta en todos los lugares que lo consideren necesario”. Buzzi, De Angeli y los suyos volvían a pintarse la cara, para que el Gobierno, los transportistas y las otras tres entidades rurales vieran esa foto. La Federación Agraria planteó un encuentro de la Comisión de Enlace para el martes, luego del fin de semana largo y a la espera que la situación decante y poder ver claramente la posición de los transportistas.
La Comisión de Enlace, en su comunicado de apenas dos horas después, no se pronuncia sobre la vuelta a las medidas que recomienda la FAA. Tampoco sobre la cita para el martes. Sí, en cambio, necesitó “ratificar la unidad del campo argentino” y a manifestar que sigue “a la espera de una urgente convocatoria” del Gobierno. El jueves último, las cuatro entidades del sector habían mantenido un extenso encuentro de más de seis horas, a puertas cerradas y en un lugar no revelado. Mucho se especuló sobre eventuales diferencias entre las entidades. No es que no las haya, pero no fue éste el motivo por el que no hubo comunicado al concluir el encuentro: la táctica del bloque rural era eludir un pronunciamiento ante una situación que se tornaba compleja y ya era imposible de controlar en su conjunto. De no haber sido por la posición pergeñada en la Secretaría de Transporte de ayer, probablemente el silencio de las entidades se habría mantenido hasta el martes.
Pero los acontecimientos agitaron el avispero, aunque no movieron mucho el conflicto del lugar en que se encuentra desde hace semanas. Más bien, pareciera girar sobre su eje.
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