“Si es necesario vamos a estar aquí cien días más”, afirmó ayer por la tarde Alfredo De Angeli durante una nueva asamblea en Gualeguaychú. El dirigente rural advirtió además que sólo despejarán las rutas si el Gobierno anula la suba de las retenciones, dejando en claro que su lucha es a todo o nada. Frente a este ultimátum, el oficialismo pareciera tener sólo dos opciones: claudicar o rechazar la extorsión empresaria poniendo en riesgo su supervivencia en una disputa de consecuencias imprevisibles, tal como está ocurriendo. Otros importantes dirigentes del agro, en cambio, intentaron despegarse de De Angeli al afirmar ante PáginaI12 su voluntad de negociar una salida intermedia. Lo que reclaman es una señal oficial para sentarse a dialogar, pero como ese guiño no llega afirman que seguirán adelante con el lockout y las manifestaciones de protesta, que tendrán una nueva expresión el próximo miércoles en distintas ciudades del país. Para el Gobierno, los cortes de rutas combinados con esos llamados a cacerolear conforman una actitud “desestabilizadora”.

“Ayer (por el sábado) era inevitable anunciar un boicot comercial en respuesta a la represión, pero Buzzi además quería convocar a un paro nacional para el martes sumando a la industria y el comercio. Esa propuesta se rechazó y sólo se decidió invitar a la ciudadanía a manifestarse pacíficamente el próximo miércoles para repudiar el accionar de la Gendarmería”, destacó una fuente del sector para intentar demostrar que Federación Agraria (FAA) no conduce la comisión de enlace.

Ese no fue el primer traspié que tuvo Eduardo Buzzi, titular de la FAA, quien en las últimas semanas pareciera ser la mejor evidencia de la capacidad ventrílocua de De Angeli. El jueves pasado les propuso a los dirigentes del resto de las entidades, reunidos en el predio que la Sociedad Rural tiene en Palermo, anunciar la vuelta al lockout esa misma noche, pero la iniciativa no prosperó. “Nos habían prometido que (Julio) De Vido nos iba a llamar el viernes y decidimos esperar”, sostuvo la fuente. La promesa habría sido del secretario general de la CGT, Hugo Moyano, quien ese jueves participó de una reunión entre los transportistas y los presidentes de Sociedad Rural, Luciano Miguens, y de CRA, Mario Llambías.

Al día siguiente, siempre según la versión empresaria, el llamado no se produjo y por la tarde los transportistas anunciaron el levantamiento de los cortes de rutas asegurando que la comisión de enlace había garantizado que los productores volverían a comercializar granos. “Fue una operación del Gobierno que generó malestar. Por eso Federación Agraria anunció unilateralmente su intención de volver al paro. Ayer (por el sábado) ocurrió lo que todos vimos y la propuesta que el jueves se había rechazado se terminó aprobando”, destacó.

Fuentes del Gobierno contaron otra versión a PáginaI12: “El domingo pasado, cuando se levantó el lockout, ellos se pusieron en contacto con De Vido para tender algún puente y quedaron en volver a llamar, pero nunca lo hicieron. Dicen que quieren negociar, pero su actitud es claramente desestabilizadora. Alguien los convenció sobre la posibilidad de forzar una salida del Gobierno en el marco de un acuerdo amplio y se ve que apuestan a eso”.

Los empresarios lo desmienten y afirman que en varias ocasiones les expresaron a funcionarios oficiales su intención es negociar una salida intermedia. Lo que piden, según dicen, es que se “aplane la curva” de las retenciones a la soja, no sólo a partir de los 600 dólares, como ya se lo hizo, sino desde montos más bajos para que la alícuota sea menor sin tener que volver a los valores del 10 de marzo.

En el Gobierno sostienen, en cambio, que el conflicto ya adquirió otro tono. “Lo que se está discutiendo no son las retenciones sino si hay derecho a ponerle cierto límite a la renta empresaria”, aseguró una fuente oficial. “Ellos saben que el Gobierno sólo puede asegurar la gobernabilidad durante el resto de su mandato si sale fortalecido del conflicto. Por lo tanto, tendrían que estar dispuestos a aparecer ante la opinión pública resignando algo. Al no hacerlo manifiestan una clara actitud desestabilizadora”, agregó el funcionario.

El propio jefe de Gabinete, Alberto Fernández, alertó ayer que “detrás de los reclamos se gesta un clima de desestabilización impresionante” impulsado por sectores con “vocación golpista”. “Uno los ve en las calles, con las cacerolas y en sus discursos”, agregó. La respuesta de los ruralistas no se hizo esperar: “Es el Gobierno el que politizó el conflicto”, sostuvo ayer Luciano Miguens, presidente de la Sociedad Rural, al calificar la protesta como “un reclamo sectorial que abarca a todos los productores del país”.