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Para los familiares, no hay que olvidar las políticas de Estado
› Por Laura Vales
Los familiares de las víctimas de los atentados contra la embajada y la AMIA recibieron con aprobación la llegada del equipo israelí que verificará las acusaciones contra Itzhak Avirán. “Es positivo, debe saberse todo lo que pasó”, consideró ayer Diana Malamud, de Memoria Activa. Sin embargo, temen que si el escándalo crece, la figura de un Avirán corrupto sea utilizada para relativizar el rol del Estado de Israel frente al encubrimiento de los atentados. Los familiares dicen que la investigación fue un desastre y que el embajador miró para otro lado, pero que en todo caso lo hizo cumpliendo instrucciones de su gobierno. El titular de la DAIA, José Hercman, anticipó por su parte que los dirigentes de la comunidad judía se reunirán hoy con la comisión israelí y que colaborarán con su trabajo.
Diana Malamud integra el grupo de familiares que todos los lunes pide Justicia frente a Tribunales. “En lo personal, creo que Avirán pudo haber hecho perfectamente esa clase de negocios mientras se tomaba la decisión política de no participar activamente en el esclarecimiento de los ataques. Me parece que en la época menemista hubo muchos negocios en todos los niveles, mucha mafia y corrupción en todos los estamentos”, dijo a Página/12. Para Malamud “es obvio que la embajada miró para otro lado, decidió no involucrarse en el pedido de esclarecimiento, y que ésa fue una decisión del gobierno de Israel”.
Laura Ginsberg, titular de la Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA, opinó en igual sentido que Avirán “no actuó solo”.
“El fue el representante del Estado de Israel durante 8 años y desde allí operó como el principal interesado en desviar hacia Irán la responsabilidad del atentado. Avirán ha sido el que presionó para que la Corte Suprema condenara a Irán por el ataque a la embajada, y también el que trabajó para acelerar el inicio de este juicio oral desastroso”.
El recuerdo más fuerte que Ginsberg guarda del embajador es de un episodio ocurrido varios años atrás. “El tuvo una reunión con nosotros y nos quiso presionar para que fuéramos todos juntos, en una querella común, al juicio de la AMIA. Por supuesto, quería neutralizar el accionar de una querella independiente, la de Memoria Activa”, dice Ginsberg. “Dicho esto, también hay que decir que ese tipo de actitudes respondieron a políticas de Estado, y que privilegiar eventuales actos de corrupción de un individuo siempre tienen el riesgo de descontextualizar precisamente esas políticas de Estado”.
Para la dirigente el encubrimiento no fue una maniobra decidida “sólo por el Estado Argentino y de Israel sino también por el de Brasil (con la aparición del testigo falso Wilson Dos Santos), y por el de los Estados Unidos, que ahora dice que ya tiene la identidad de los que planificaron y concretaron el ataque”.
Los presidentes de la AMIA y la DAIA ya se reunieron en Jerusalem con los integrantes de la comisión que llegó este fin de semana a Buenos Aires. “Fuimos convocados a principios de octubre por la cancillería israelí, que quería conocer nuestra opinión sobre las denuncias de esos presuntos delitos”, detalló a este diario Abraham Kaul, el presidente de la AMIA.
“Nosotros, como comunidad, estamos interesados en saber la verdad. Creemos que si hubo acuerdos y situaciones ilegales éstas deberán investigarse. También advertimos que hay que mensurar exactamente de qué estamos hablando, porque Israel tiene un comercio externo de 26 mil millones de dólares y dentro de ese gran paquete la actividad comercial con la Argentina llega apenas a 60 millones”.
Kaul negó taxativamente la posibilidad de que los negocios de Avirán hayan influido en la marcha del juicio sobre la voladura de la mutual que mató a 85 personas. “No hubo ningún tipo de relación entre una cosa y laotra”, sostuvo ayer. “No creo que Avirán haya actuado nunca en forma personal o individual. En el tema del atentado a la embajada es un tema directo del Estado de Israel, que ha dejado que sea el Estado Argentino el que investigue lo ocurrido. Para nosotros no hay ninguna relación”.
Desde la DAIA, su titular José Hercman, anticipó que hoy habrá en Buenos Aires una segunda reunión entre los representantes de la comunidad judía argentina y la misión que encabeza Pinjas Avivi. “Cuando estuvimos con ellos en Jerusalem nos pidieron apoyo y por supuesto se lo vamos a dar. Si hubo un hecho incorrecto debe dilucidarse”, sostuvo Hercman.
El dirigente se refirió a la situación como “un asunto entre los dos países” y pidió “no confundir a las instituciones que representan a la comunidad, como la DAIA, con la embajada, que representa al Estado de Israel”. También allí, como en la AMIA, la pregunta sobre el uso de los ATN y la pasividad frente a los atentados causó malestar. “Nosotros desechamos totalmente cualquier vínculo en ese sentido”, dijo Hercman. “Para la AMIA esa es una suposición absurda”.
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