EL PAíS
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Con la voz de Bush y el FMI
Tanto se habló del voto de los mercados frente al voto de los brasileños, que ahora que la segunda incógnita quedó resuelta restaba ver cómo reaccionaban desde el norte frente al triunfo de Lula en Brasil. Sobre el presidente electo cayó una lluvia de felicitaciones, incluso algunas invitaciones particularmente efusivas a varios países, pero los saludos más observados resultaron los de Estados Unidos y el FMI. La Casa Blanca y el Departamento de Estado aludieron a la necesidad de fortalecer las relaciones entre ambos países, mientras el secretario del Tesoro, Paul O’Neill, advirtió a contramano que espera que Lula siga el camino de Cardoso. El director general del FMI, Horst Koehler, le envió una carta a Lula donde lo invita a encontrarse con él “lo más pronto posible”.
“No voy a hacer análisis político. Sólo quiero decir que hay cosas que unen a Estados Unidos y Brasil. Hemos trabajado juntos muy bien en el pasado y esperamos trabajar juntos de la misma manera en el futuro. Sobre asuntos específicos, si estaremos de acuerdo o tendremos diferencias, si trabajaremos o no trabajaremos, todo eso es especulación sobre el futuro”. Así, el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, evitó responder las preguntas más incisivas de los periodistas sobre las posiciones de Lula sobre el ALCA y las comparaciones con el presidente venezolano Hugo Chávez. El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, recordó que el presidente norteamericano George Bush había llamado a Lula el domingo por la noche y reiteró las felicitaciones al presidente electo.
El único que se salió levemente del libreto de las congratulaciones fue Paul O’Neill. “Me alegro de que la incertidumbre haya acabado y, por lo que sé de Lula, creo que ellos van a estar bien”, dijo ayer en la Cámara de Comercio de Greenville (Carolina del Sur). Pero luego remarcó que los mercados estudiarán con cuidado las próximas declaraciones del presidente electo y que precisan que se asegure que su intención es fortalecer la frágil economía del país mediante la elección de un sólido equipo económico. Lula, preguntado por las palabras de O’Neill, declinó responderle.
El más efusivo de todos fue Koehler. “El fuerte resultado electoral es otra afirmación de la vibrante democracia de Brasil y presenta al presidente electo una oportunidad histórica para satisfacer las aspiraciones económicas y sociales del pueblo de Brasil”, indicó. “Esta gerencia y el personal del FMI han tenido el privilegio de tener una estrecha relación de trabajo con Brasil. En los próximos meses, esperamos trabajar con el presidente electo Da Silva y su nuevo gobierno para ayudar a crear las condiciones que llevarían a un crecimiento sostenido en Brasil”, agregó.
El FMI informó que Koehler envió una carta al mandatario electo indicando que ansía encontrarse con él “en la primera oportunidad posible”, y ofreciendo sus “mejores deseos para su éxito al enfrentar los importantes y cercanos desafíos que tiene por delante”.
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