La diputada de la Coalición Cívica Patricia Bullrich estaba terminando su discurso en contra del adelantamiento de las elecciones y a favor de la boleta única, cuando una cita al supuesto “fraude” en las últimas elecciones a gobernador en Córdoba desató el escándalo. “Atorranta, chorra, vos no tenés autoridad moral para hablar de Córdoba, porque sos responsable de la mayor tragedia de la democracia y que costó muertos”, le soltó desde un pasillo del recinto el peronista cordobés Jorge Montoya.

La réplica de Montoya –ex funcionario de José Manuel de la Sota y ahora integrante del bloque del peronismo disidente de Felipe Solá– fue el primero de los tres actos en que se dividió el escándalo. El segundo tuvo por protagonista central a Bullrich, que –en medio de los gritos de su compañera de bancada, Claudia Gil Lozano, contra el cordobés– pidió “una cuestión de privilegio” y exigió que la Cámara baja se pronuncie en contra de la actitud del diputado que “insultó, patoteó y amenazó, a mí y a la Coalición Cívica”. El planteo pasó a la Comisión de Asuntos Constitucionales.

Montoya protagonizó el acto final. “A veces hay cosas que irritan. La forma provocativa de esta diputada hizo que me enojara –explicó desde su banca–. Ella empezó a hablar cuestionando los cambios en la ley electoral –continuó– y planteó que generaba la posibilidad de grandes fraudes, como el de Córdoba, cuando la Justicia determinó que no hubo fraude.” Pero el cordobés no se arrepintió de recordarle su pasado como ministra de la Alianza ni de haber tratado a Bullrich de “atorranta”. “Cada uno es dueño de sus palabras. Si lo dije lo dije”, expresó Montoya.