EL PAíS
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Los pibes de Bancalari
Por C.A.
Esa zona gris de complicidades de pronto rotas, la jurisdicción de la comisaría de Pacheco bajo la tutela mayor de la Brigada de Tigre, es la que también ha sido territorio del escuadrón de la muerte de Don Torcuato. Es justamente de Bancalari, extremo pobre de Torcuato –de donde eran varios de los chicos fusilados–, de donde ahora salen algunos de los jóvenes ladrones de coches con tubos de gas que iban a parar a los desarmaderos protegidos por la policía. Dentro de la miseria de la zona se ha organizado, coinciden las fuentes, toda una nueva cadena de robo y reducción de autos. “Ahora hay cuatro pibes de Bancalari que te traen el auto con gas. El comprador paga 300 pesos. El resto del auto queda en la villa y los de la villa tienen el derecho a luquearlo, se van quedando con las ruedas, las puertas, yo les compro a ellos, una puerta de acá, otra de allá. Son pibes rejugados, pasados de falopa, tienen hambre, se despiertan y salen a buscar el mango, el primero que encuentran con la oblea, sea donde sea, lo ponen.” Esas partes eran las que llegaban de a poco a los desarmaderos de Pacheco. Los vecinos, muchos de ellos, han luqueado alguna parte que les salvó el guiso de un par de días, un tren delantero, un guardabarro, el eje de alineación.
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