Hacía mucho que no se juntaban alrededor de una misma mesa, pero la reunión estuvo concurrida. En la sede del Partido Socialista Auténtico, y con el respaldo de Fernando “Pino” Solanas, de Proyecto Sur, una docena de partidos de izquierda y centroizquierda discutieron un acuerdo conjunto para oponerse a la reforma política que impulsa el Gobierno y que establece una serie de exigencias que pone a los partidos chicos “al borde de su desaparición”. Pero, como en los buenos viejos tiempos, las diferencias postergaron hasta hoy la redacción de un documento conjunto y la organización de una movilización frente al Congreso el jueves 12 de noviembre, cuando en la Cámara baja vuelva a reunirse el plenario de las comisiones legislativas que debate la iniciativa oficial.

Del encuentro participaron el anfitrión Mario Mazzitelli (PSA), Solanas y Julio Raffo (Proyecto Sur), Eduardo Macaluse y María América González (SI), Humberto Tumini y Jorge Ceballos (Libres del Sur), Christian Castillo (PTS), Marcelo Ramal (PO), Guillermo Pacagnini (MST), Héctor Heberling (MAS), Patricio Echegaray (PC), Gerardo Romagnoli (Autodeterminación y Libertad), Jorge Pardes (Humanistas) y Mario Cafiero.

Algunos celebraron el encuentro, otros admitieron que los volvió a “unir el espanto”. Pero todos coincidieron en embestir contra el proyecto oficial de reforma política, a la que definieron como “reaccionaria”, “discriminatoria”, “prescriptiva” y “antidemocrática”, para los partidos de izquierda es “macartista” y para Solanas se trata de “un golpe institucional”. Sin embargo, el documento y las características que le darían a la movilización se terminarán de definir hoy en un nuevo encuentro, al que se comprometieron regresar todos.