El ex subsecretario de Control Sanitario bonaerense Alberto Costa negó ayer todos los cargos que le imputó el juez Norberto Oyarbide en el marco de la causa por maniobras con medicamentos. Costa señaló que sólo conoce a uno de los integrantes de la supuesta asociación ilícita, a Néstor Lorenzo, titular de la droguería San Javier, pero que no intervino en ninguna compra de medicamentos ni tenía poder para influir en esas adquisiciones. La indagatoria de ayer tuvo momentos casi humorísticos cuando le preguntaron por algunas de las escuchas telefónicas. “Vení al ministerio que te estoy esperando con las facturas”, aparece diciéndole por teléfono Lorenzo. “Es cierto –le contestó Costa a los funcionarios del juzgado–. Fue en una oportunidad en la que Lorenzo vino al ministerio a traer una docena de facturas de la confitería París”, justificó.

El abogado defensor de Costa le dijo a Página/12 que en ningún momento se le exhibieron pruebas documentales: “Ni historias clínicas ni compras de medicamentos ni operaciones en las que Costa haya intervenido o haya supervisado. Si la acusación general es la de integrar una asociación ilícita para realizar maniobras con medicamentos, mi defendido sólo conoce a uno de los supuestos miembros de esa asociación. Y desde ya, no conoce al que para el juzgado sería el jefe, Juan José Zanola. Después de ocho horas de indagatoria, creo que no hubo un solo elemento en contra de Costa. El es un funcionario que hace muchos años está en ese cargo y que cualquiera puede ver su nivel de vida: tiene un Ford Escort del año 1983”, argumentó Burlando.

Siempre se señaló que la imputación contra Costa tenía las escuchas telefónicas como prueba central. En ellas hay referencias al Tamiflú. “Nos pasaron una grabación en la que Néstor Lorenzo le decía a Costa: ‘Tengo Tamiflú, podemos venderlo’ –contó Burlando–. Pero lo concreto es que las provincias no podían comprar Tamiflú y, de hecho, no lo hicieron. La compra del medicamento contra la gripe A fue centralizada por la Nación. Y el diálogo entre Lorenzo y Costa era en tono de broma porque los dos sabían que la provincia no compraba Tamiflú.”

Hubo otro diálogo telefónico en el que Lorenzo le dijo a Costa que le iba a conseguir cápitas para sus dos consultorios odontológicos en La Plata. “No tiene nada que ver con una defraudación ni con medicamentos –sostuvo Burlando–. Es algo normal. Las obras sociales contratan servicios médicos para prestarles a sus afiliados. Les cobran a los afiliados, por ejemplo, tres pesos, y un peso va para el consultorio o el que brinda el servicio. De eso se trató el diálogo: afiliados que serían tratados por los dos consultores odontológicos de Costa.”

Por último, hay otra conversación en la que Lorenzo le dijo que tenía el dinero para la compra de De Federico. “Fue otra broma. Hablaban de Matías De Federico, el jugador de Huracán. Lorenzo es hincha de ese club y Costa de Estudiantes. En ese momento, Estudiantes estaba a punto de jugar la final de la Copa Libertadores y se había llevado a Rolando Schiavi como refuerzo. Entonces Lorenzo bromeaba con que Costa podía comprar a De Federico, el mejor jugador de Huracán. Eso es lo que explicó Costa en la indagatoria”, aseguró Burlando.

Habrá que ver el enfoque de Oyarbide cuando resuelva la situación de Costa en los próximos días. El ex subsecretario bonaerense fue administrador de un Centro Oncológico de Gonnet, pero no trascendió si hay alguna acusación por irregularidades con esa institución que dejó de funcionar hace tiempo, aunque algunos de sus empleados siguen cobrando el sueldo. Tampoco está claro si hay alguna operación específica de compra de medicamentos que esté cuestionada.