A fines de 2009, los trabajadores de la Legislatura porteña esperaban cobrar un dinero extra en vísperas de las Fiestas. Los dirigentes sindicales de ATE tomaron debida nota de la promesa que les había realizado el ex presidente del cuerpo Diego Santilli. Estimaban que podían percibir una suma algo superior a la que habían recibido en 2008: se ilusionaron con unos 500 pesos. Un excedente de partidas que no se habían ejecutado, a saber, entre 4 y 5 millones de pesos, era el motivo del entusiasmo. Santilli se alejó de la Legislatura para hacerse cargo del Ministerio de Ambiente y Espacio Público que había dejado vacante Juan Pablo Piccardo. Nunca más volvió a tocar el tema con la junta de delegados del gremio. Oscar Moscariello, un diputado del Partido Demócrata Progresista que lo sucedió al frente del Poder Legislativo, tuvo que explicarles a los representantes de los trabajadores que no había un solo peso para darles. La suma en cuestión, sospechan los delegados, habría ido a parar a “la caja negra” de la política macrista, como afirmó uno de ellos, que incluso extendió las sospechas sobre legisladores de otros bloques afines al gobierno porteño.