[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Por E.T.
Desde Porto Alegre

A diferencia de los anteriores encuentros de los movimientos contra la globalización neoliberal que se reúnen en el Foro Social Mundial, en esta ocasión casi todas las deliberaciones, talleres y testimonios ocurren simultáneamente en distintos puntos de la ciudad. La masividad permite ver corrientes de gente trasladándose de un punto a otro de los encuentros. A pesar de la importancia de algunos de los temas que ayer formaron parte de la agenda de quienes reclaman “otra globalización”, la principal atención estaba en las actividades de Luiz Inácio Lula da Silva. Su paso por Porto Alegre dejó innumerables anécdotas y continuos cafés y encuentros alrededor de una mesa ya sea para almorzar con el gobernador del Estado o para cenar con el prefecto de la ciudad.
- Sordos y hombres de negro: una gran cantidad de “sordos” y “hombres de negro” daba cuenta que el lujoso hotel Sheraton lo tenía a Lula como su principal huésped. Por sus pasillos se podía ver al sacerdote y asesor presidencial Frei Betto, junto a delegaciones italianas que pugnaban por acercarle al presidente de Brasil un documento del intelectual italiano Gianni Mina.
- Los límites de un presidente. El comité internacional que reúne a los organizadores del FSM esperaba el acuerdo de la seguridad para ascender al cuarto piso donde estaba la comitiva presidencial. Del encuentro participaron los argentinos Francisco Do Reis de Apymes, y Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Todos escucharon atentamente las medidas y controladas palabras de Lula. “Un presidente no puede, como ustedes pueden, decir todo lo que piensa”, les señaló después de escuchar las encendidas críticas que el comité realizaba del ALCA, de la militarización norteamericana en América latina y de la casi segura aventura bélica contra Irak.
- Emoción con las Madres. Acostumbrada a decir lo que piensa, Cortiñas se apartó del protocolo y cuando finalizó el encuentro se acercó a él y tiró sus brazos para rodearlo en un sentido abrazo. En voz baja, cerca de su oído le dijo “no te apartes del camino. Donde quieran que estén soterrados nuestros hijos, y no estoy hablando sólo de los desaparecidos sino de todos los que murieron por un mundo mejor, te están mirando”. Conmovido, Lula la miró a los ojos y atinó a responderle “¡si yo tuviera la fuerza de las Madres de Plaza de Mayo cuántas cosas podría cambiar!”.
- El dilema del protocolo. El encuentro entre Lula y el comité del Foro reprodujo uno de los repetidos dilemas al que se enfrentan los viejos amigos del presidente: respetar la formalidad del protocolo sin perder la frescura. Por cierto todos notaron que Lula se siente más cómodo en el trato directo y que es precisamente él quien suele romper con las normas. Mientras medía sus palabras para referirse al ALCA y reivindicaba la posibilidad de que todos los pueblos puedan comerciar libremente, tuvo que sobrellevar la mirada y los gestos de Cortiñas que con sus manos le repetía: “ALCA, no”.
- Legisladores. Varios cientos de legisladores finalizaron ayer las deliberaciones del Foro Parlamentario Mundial. Presidido por el senador más votado en Latinoamérica, el petista Aloisio Mercadante. Entre los argentinos se encontraban, el socialista Ariel Basteiro, Alicia Castro del Frente para el Cambio, José Roselli, el ex compañero de la bancada Autodeterminación y Libertad junto a Luis Zamora y el arista Carlos Raimundi.
- Una delegación a Bagdad. Los parlamentarios acordaron enviar en febrero una delegación a Bagdad. Aclararon que no es idea de ellos respaldar con su presencia al régimen de Saddam Hussein sino poder protestar contra cualquier aventura bélica. En el documento finalescribieron: “Nos oponemos al nuevo orden militar mundial que Washington quiere imponer y a su doctrina de guerra preventiva”. Reafirmar su rechazo al “actual proyecto del ALCA que supondría una subordinación económica de América latina a los Estados Unidos”. Defendieron la autodeterminación, independencia y soberanía del pueblo cubano a la vez que se mostraron solidarios con los campesinos de Bolivia.
- Davos es polémica. La presencia de Lula en Davos es materia continua de debate. Un grupo de periodistas le preguntó a Aleida Guevara, la hija de Ernesto “Che” Guevara qué opinión tenía del viaje del líder del PT al Foro Económico Mundial. “Tengo confianza en él”, fue la contundente respuesta. Antes Guevara había criticado la composición del flamante “Club Amigos de Venezuela”. “Con la presencia de los Estados Unidos y de España esto se parece más a un club de enemigos que de amigos”, sostuvo.
- Cuentas claras... Antes de que comenzaran las actividades del III Foro Social Mundial sus organizadores presentaron un informe de sus cuentas. Así es que comentaron que el financiamiento del encuentro, que incluye el funcionamiento del comité de organización durante todo el año, representa unos 23.475.000 dólares. La mayor parte de estos fondos son recuperados por el aporte de las organizaciones y delegados al momento de su inscripción. Por ese concepto se recaudan unos 20 millones de dólares. También se suman unos 800 mil dólares que aporta el Estado de Rio Grande do Sul, unos 600 mil de la Prefectura de Porto Alegre y unos 400 mil del gobierno nacional que contribuye con aportes publicitarios de Petrobrás y del Banco de Brasil. Aún así los números no alcanzan a compensarse. Sus organizadores dan cuenta de varias partidas aportadas por distintas organizaciones no gubernamentales o fundaciones. Así es que la Fundación Ford contribuye con unos 500 mil dólares.
- La semilla. El FSM marcó al lanzamiento de la campaña mundial “La semilla, Patrimonio de la Humanidad”, al reconocerla como eje de la alimentación, reservorio de cultura y por lo tanto base de supervivencia de los pueblos. La convocatoria fue realizada por la dirigente campesina chilena Francisca Rodríguez, en un esfuerzo por concentrar voluntades contra del uso de las alteraciones genéticas en las semillas, “que están destruyendo en poco tiempo lo que llevó doce mil años de paciente trabajo a toda la humanidad”.