EL PAíS
“Autoritarismo castrense” fue lo menos que dijeron los menemistas
Después de haber sido derrotados en la escenario del microestadio de Lanús, los menemistas recurrieron a dos estrategias básicas para defenderse ante la opinión pública. Se aferraron a la resolución judicial con la que la jueza María Romilda Servini de Cubría había impedido suspender las internas y habilitar el sistema de neolemas y no abandonaron la chicana. El propio Carlos Menem difundió un comunicado en el que calificó “nulo de toda nulidad” lo resuelto por el congreso del PJ y acusó a los duhaldistas de tener actitudes de “autoritarismo castrense”. La vía judicial y el intento de colocar al duhaldismo en el lugar de quien impide la democracia interna son, desde el sugestivo fallo de Servini, los dos ejes de la campaña interna de los seguidores del riojano.
El primero en hablar tras el congreso, cuándo no, fue ex secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan. Y dio rienda suelta a su enojo. “En la voluntad del Gobierno no está, evidentemente, permitir votar ante la casi seguridad de que (Carlos) Menem gana. No caben dudas que ya hubieran dado internas si hubieran encontrado el candidato capaz de doblegar a Menem”, dijo y aseguró que dudaba “con más fundamentos” de que se fueran a realizar las elecciones generales el próximo 27 de abril.
El ex funcionario reiteró que bajo ninguna circunstancia su jefe irá a las elecciones generales por fuera de las estructuras del PJ. Cuando le preguntaron sobre la facultad que se le extendió a la Comisión de Acción Política del partido para que definiera la “fórmula oficial”, en caso de que por cuestiones judiciales no se convaliden las tres fórmulas que existen hasta hoy, Kohan sostuvo que “difícilmente alguien que venga de adentro del peronismo se anime a hacer eso porque iría contra el espíritu partidario”. “Nombrar a un candidato por resolución no es propio de ningún justicialista”, agregó.
En el comunicado que firmó Menem junto a su compañero de fórmula, Juan Carlos Romero, se señaló que “las características oligárquicas, elitistas del método formulado por el duhaldismo expropian los derechos electorales de más de 2 millones de afiliados peronistas y 15 millones de ciudadanos independientes en beneficio de un puñado de personas”. Menem acusó, además, al congreso haber acreditado en forma “fraudulenta” a “supuestos delegados del interior del país”.
Entre los ultramenemistas que no tardaron en expresarse estuvo la diputada cordobesa Marta Alarcia. “Al notar que hay únicamente intereses personales para que no gane el doctor Menem, nos retiramos. Hemos recurrido a la Justicia y ahora vamos a esperar a que resuelva la Cámara Electoral. Si resuelve en contra vamos a recurrir a la Corte. Es un disparate, una barbaridad que hayan aprobado la posibilidad de elegir una fórmula si la Justicia les resuelve en contra. Pero es posible que, como Néstor Kirchner es un candidato descartable, ese congreso termine eligiendo a Duhalde como candidato a presidente”, afirmó.
Mientras se iba del microestadio, el jefe de campaña del menemismo bonaerense, Alberto Pierri, aseguró que “se firmó el acta de defunción del justicialismo” y argumentó que la retirada del congreso se debía a que “no dejan que haya democracia y participación” entre los afiliados.
“Ahora sí se comienza con la fractura dentro del justicialismo”, dijo y acusó al duhaldismo de tener “la clara intención de llevar a las elecciones a un peronismo dinamitado y destrozado y quieren dividirlo en muchos pedazos para hacerle el caldo gordo a los gorilas”.
Los operadores menemistas, en tanto, confesaban en voz baja que, a partir del fallo de Servini su posición se ha fortalecido notablemente, porque el ex presidente puede presentarse como víctima de una nueva proscripción, un latiguillo al que es afecto y al que recurrió durante 1998 y 1999 cuando perseguía, vanamente, su segunda reelección.