“Le explicamos que cortar la ruta es la única forma de hacernos escuchar y que el hecho de que se nos muera un chico de hambre es mucho más importante que que alguien llegue tarde al trabajo”, narró Fabiana Torres, del movimiento Barrios de Pie, quien estuvo en la reunión que se hizo en la UIA (Unión Industrial Argentina). Torres dijo que fueron muy bien recibidos y que le impresionó el edificio, lleno de mármoles y alfombras. –¿Cuándo les avisaron que los iban a recibir?
–Llegamos y la policía nos dijo que nos iban a recibir. Entramos seis personas, de distintas organizaciones. Nos atendió Juan Pablo Laffitte, coordinador de Relaciones Institucionales. Dijo que el directorio no estaba, que la mayoría estaba de vacaciones, pero que él llamó para ver si nos recibía y le dijeron que sí.
–¿Cómo fue el diálogo?
–Le dijimos que había empresarios con responsabilidad sobre la situación que está atravesando el país. El dijo que entendía y que había responsabilidad de los políticos, que eran un desastre. Le explicamos que la jornada nacional de lucha era para generar una instancia de diálogo para obtener puestos de trabajo genuinos. Que queríamos una bolsa de trabajo en la que el Gobierno no sea intermediario. Pedimos 3000 puestos en cualquiera de las empresas. También pedimos alimentos, leche, harina y carne para los comedores. Y le dijimos que ellos deberían plantarse contra el aumento de tarifas.
–¿Cómo era el clima de la reunión?
–En buenos términos. Nos dio un café, un vaso de agua, que no sirvió él.
–¿Algo del lugar le llamó la atención?
–Nos recibió en un salón muy lindo, con mármoles, alfombras, madera. Había aire acondicionado, espejos. Nosotros veníamos de caminar quince cuadras, porque habíamos ido a Retiro pensando que era en Catalinas. Era un salón muy imponente y eso que hemos ido a lugares, al ministerio, a la Casa Rosada.
–¿Dio alguna respuesta concreta?
–Tomó nota de todo y dijo que lo iba a elevar al directorio y que iba a tratar de darnos una respuesta en 72 horas. Dijo que iba a hacer todo lo posible y que estaba mostrando buenas intenciones con la charla. Nosotros le dijimos que queríamos respuestas, que charlar charla todo el mundo y le propusimos llevarle un listado con los compañeros que tienen oficios o experiencia como trabajadores en fábricas. Le dimos nuestros teléfonos y él nos dio su tarjeta. También le dijimos que la UIA era uno de los sectores beneficiados por el modelo y ahora, con la devaluación, que tenían que empezar a poner el acento en la reactivación y la industria nacional porque vienen por todos.
–¿Les preguntó algo sobre ustedes? ¿De qué barrios eran?
–Nos preguntó de qué organizaciones éramos. También dijo que le molestaban los cortes de ruta, no porque estuviera en desacuerdo pero que molestan cuando tiene que venir a trabajar. Nosotros le explicamos que es la única manera de hacernos escuchar. Y que que se nos muera un pibe de hambre es más importante que alguien llegue tarde al trabajo. Que no nos encanta cortar las rutas, es lo que decimos siempre, ojalá no tuviéramos que hacerlo.