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El legislador porteño Cristian Caram resultó electo el domingo candidato a jefe de gobierno porteño de la UCR, en una interna donde obtuvo el 70 por ciento de los votos ante una alianza de delarruistas y alfonsinistas que apoyaron a Gabriela González Gass. Sin embargo, no tuvo mucho tiempo para disfrutar porque horas después se enteró de que la jueza Servini de Cubría lo dejó sin elección a la vista. “Es un papelón”, respondía Caram a Página/12 en su despacho de la Legislatura. “Servini metió a la ciudad en el mismo manoseo que sufrió la elección general. Eso es típico de una república bananera porque en un país serio una elección se mueve sólo en caso de guerra o fuerza mayor”, agregó.
–¿Este triunfo lo convirtió en el nuevo líder del distrito?
–El nivel de respaldo, el rol de candidato a jefe de gobierno y también de futuro presidente del Comité Capital es un evidente reconocimiento de un liderazgo emergente. Sin empezar el proceso de reconciliación con la sociedad, que diera cuenta de lo que ocurrió y que mostrara que hay un proceso de renovación radical en marcha, no teníamos ninguna chance.
–En un momento tan crítico para la UCR, ¿no hubiera sido conveniente evitar la interna y llegar a un acuerdo con Gabriela González Gass?
–La interna no era entre Caram y González Gass. Era entre lo que yo intento representar, este espacio de renovación, y esa coalición del statu quo conformada por delarruistas y alfonsinistas. Era importante poner blanco sobre negro y que no se mezclara todo en una lista de unidad.
–¿Bajaría su candidatura para sumarse a la fórmula de Aníbal Ibarra?
–Siempre me mostré totalmente predispuesto a aunar esfuerzos, no sólo con Ibarra, sino con todos los sectores políticos que integran el arco progresista de la ciudad como el socialismo, el ARI y Rafael Bielsa. La opción de Mauricio Macri como jefe de gobierno es lo peor que le puede pasar a esta ciudad y la historia va a juzgar muy severamente a quienes hayan sido incapaces de evitar que Macri gane. Por eso hay que trabajar mucho para aunar esfuerzos pero también hay que discutir el Gobierno de la Ciudad que viene, que tiene que ser muy diferente que el actual. La gestión de Ibarra zafó de la crisis pero dejó miles de temas pendientes.
–¿Cuál podría ser la fórmula de acuerdo del arco progresista?
–Debido a su cargo es lógico que el eje pase por Ibarra. Lo que pasa es que con cierta desilusión debo reconocer que Ibarra ha tenido una incapacidad extraordinaria para articular este espacio.
–¿Un eventual apoyo de Ibarra a la candidatura presidencial de Néstor Kirchner o de Elisa Carrió iría a favor o en contra de esta unidad?
–Sería bueno que Ibarra decidiera darle su apoyo a Kirchner, a Carrió o no dárselo a nadie. Sin dudas, si optara por Carrió sería más fácil de digerir que la opción por Kirchner. Igual, no sería limitante para un acuerdo porque ésta es una elección distinta en una fecha distinta.