El canciller de Uruguay, Luis Almagro, le reafirmó ayer al ministro del Foreign Office, Jeremy Browne, la postura de su país de no permitir recalar en sus puertos naves con la bandera de las islas Malvinas, lo que no implica, le aclaró, “un bloqueo a los isleños”.

El canciller uruguayo le ratificó así al funcionario británico la postura esgrimida a fin del año pasado por el presidente José Mujica, que luego fue avalada por todos los países del Mercosur en la cumbre que se realizó en diciembre pasado en Montevideo. Esa decisión enojó al Reino Unido y busca revertirla en sus contactos con cancilleres del bloque.

Almagro y Browne mantuvieron ayer un encuentro en Ginebra, Suiza, en el marco de la apertura del período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos. Almagro también le manifestó a Browne su preocupación por la posibilidad de que submarinos nucleares británicos puedan dirigirse al Atlántico Sur, tal como denunció el canciller Héctor Timerman a principios de mes en las Naciones Unidas. Almagro subrayó que los esfuerzos de Uruguay, en el marco de lo que establece el Tratado de Tlatelolco, están centrados en consolidar a la región de América latina y el Caribe como una zona libre de armas nucleares.