El presidente electo Néstor Kirchner fue recibido anoche por una multitud que se acercó al aeropuerto de Río Gallegos, tiró papelitos y gritó su sobrenombre, “Lupo”. Dijo que sentía una “emoción muy grande y profunda” al volver a pisar suelo patagónico y agradeció “el afecto y el cariño” que, según dijo, recibió “en los últimos días en la Capital Federal”. Sostuvo que no le queda “otro remedio” que entregar el gobierno de Santa Cruz a su vicegobernador, Héctor Icazuriaga, porque aunque afirmó que no le gusta “renunciar a nada”, “no se puede ser gobernador y presidente a la vez”. El presidente electo bajó de la nave acompañado por su esposa, la senadora nacional Cristina Fernández, y por el diputado santacruceño Sergio Acevedo, y fue recibido por su madre, María Ostoic, y por el vicegobernador.