EL PAíS
• SUBNOTA › EL COLOMBIANO HUGO CHAVEZ DA SU IMPRESION DE KIRCHNER
“Es claramente transformador”
Por F.Y.
Verborrágico, proclive al abrazo y a la mano sobre el hombro, como buen venezolano, el presidente Hugo Chávez opinó con énfasis que en el discurso de Néstor Kirchner “no hay teatro, hay alma”. Aseguró que vino al país convencido, como Fidel Castro, de que “en la Argentina hay perfume a algo nuevo, algo distinto”.
Chávez saludó a los diputados del kirchnerismo que lo esperaban en un pasillo del Congreso. Cuando abrazó al bonaerense Ricardo “Lolo” Gómez, lo sorprendió al decirle que se parecía mucho a su hermano. “Eres igual, igual. Con esa cara india, bien latinoamericana”, le dijo al tiempo que Gómez se hinchaba de orgullo. Uno de sus custodios le avisó que estaba demorado y atrasaba el ómnibus que trasladaba a los mandatarios. “Deja, deja. Dile a Fidel que ordene que el bus se marche. Para eso es el jefe. Yo me tomo un libre”, señaló para luego aclarar que se trataba de un taxi.
–La presencia suya, como la de los presidentes Lula y Castro, ¿da cuenta de la importancia que este nuevo gobierno representa para el continente?
–Mira, Fidel, que tiene el mejor olfato de Latinoamérica, me dijo la semana pasada que iba a venir. “Huelo algo, lo huelo de lejos”, me dijo este viejo lobo de mar, y yo coincido con él. Te digo más, y sin ánimos de meterme en la vida interna del país, debo reconocer que en la Argentina me siento peronista, pero también me siento torrijista de Panamá, martiniano de Cuba y, por supuesto, bolivariano.
–¿Qué hubiera pasado si Carlos Menem era presidente?
–Esa posibilidad no existe. Hubiera sido imposible. Hubiera significado volver al pasado.
–¿No cree que Menem es lo más parecido a Uribe?
–(Tira su cabeza hacia atrás mientras sonríe) No, no es lo mismo. Uribe está cambiando, yo hablo mucho con él y siento que algo está cambiando. El pueblo colombiano, que son nuestros hermanos, lo está haciendo cambiar. Yo confío en los colombianos para que influencien en Uribe. Pero no me hagas hablar de ello, muchacho. ¿Entiendes?
–Sin embargo, Uribe significa una cabeza de playa de la injerencia política de Estados Unidos en Latinoamérica.
–(Sonríe, diplomático) No creo que sea así. Usted debe entender, el pueblo es el que termina definiendo el rumbo de un país. ¿Soy claro?
–Le cambio el tema. ¿Qué le pareció el discurso de Kirchner?
–Es claramente transformador, transparente y da cuenta de los nuevos aires que soplan en esta América morena, india, hermana. Eso es lo más importante y yo voy a colaborar porque volveré todas las veces que sea necesario a este hermoso país –dice mientras extrae una pequeñísima libretita de su bolsillo–. Acá, acá está lo más importante que dijo el presidente Kirchner y yo lo anoté: “El desafío es el cambio”. En eso vamos a trabajar todos juntos, los que creemos que hay un nuevo modelo económico alternativo al que predomina. El discurso de Kirchner es en ese sentido bastante orientador.
–¿Y ahora qué se viene?
–Mira, hay quienes dicen que la década del ‘80 es la década perdida y yo creo que en realidad fue el siglo perdido. Cuando era un joven militar, pensaba cómo nos encontraría el año 2000. Creo que el peronismo decía que era “unidos o dominados”. Y mira lo que quedó para nuestros niños. Pues bien, los próximos 20 años son cruciales y el 2020 nos enfrenta a un desafío mayúsculo. No debemos dejar que nos roben el futuro de nuestros niños.
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