Con los ojos vendados y las muñecas atadas, un grupo de ex detenidos-desaparecidos acompañados por algunos actores reclamaron ayer en la puerta del Palacio de Justicia que la Corte Suprema ratifique la nulidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida.
“Exigimos a la Corte Suprema la nulidad”, pedía el gran cartel que llevaban los manifestantes que recorrieron la vereda de Tribunales con los ojos tapados por vendas negras. Durante la protesta, de la que también participó la Asociación Argentina de Actores, Graciela Daleo, de la agrupación Ex Detenidos-Desaparecidos, afirmó que “durante demasiado tiempo el Poder Judicial ha sido un factor decisivo en la impunidad de los genocidas”, por lo que consideró que “ahora la Justicia tiene la oportunidad de asumir sus responsabilidades”.
Ante un eventual fallo que avale la validez de las leyes de amnistía, Daleo advirtió que los organismos de derechos humanos recurrirán “a instancias internacionales para que reviertan” la decisión. “Ya es hora de que los genocidas vayan a la cárcel, así que consideramos que es una obligación de la Corte Suprema plantear la nulidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida”, señaló.
Los jueces de la Corte tienen pendiente su pronunciamiento sobre la constitucionalidad o no de ambas leyes, aunque las versiones más fuertes indican que el alto tribunal ratificaría la validez de las normas. Según los manifestantes, esa medida sería contraria “no sólo a la voluntad popular sino también a la abundante jurisprudencia que se ha producido en la Argentina, que fundamenta claramente su condición de aberrantes, inconstitucionales y violatorias de los tratados internacionales”.