“Llama la atención la irresponsabilidad del intendente de Junín, Mario Meoni, quien intenta manipular los incidentes ocurridos en su distrito después del asesinato cruel de una joven trabajadora por parte de delincuentes”, respondió con firmeza la ministra de Seguridad nacional, Nilda Garré. “La Gendarmería no es la Policía Bonaerense Dos”, agregó la funcionaria. Poco antes, el mentado intendente había desparramado a cuanto medio tuvo a su alcance la idea de que la seguridad de su jurisdicción era responsabilidad del gobierno nacional. “Le pedí refuerzos de la Policía Federal y Gendarmería a la ministra del área”, aseguraba Meoni, mientras Casal, ministro a cargo de la seguridad de la provincia, aprovechaba para clamar por la ley de excarcelación que había impulsado y que fue suspendida por la Suprema Corte bonaerense, que analiza su inconstitucionalidad.

Cuando todavía no se había de-satado el caos juninense, la noche del sábado y después de la quema de un patrullero y cinco vehículos particulares, Meoni difundió entre sus pésames a los familiares de Karina Campos los motivos por los que sostiene se produjeron los incidentes. “Uno no encuentra cómo resolver esta situación; cómo encontrar respuesta para los vecinos”, reconoció Meoni. Y consideró que la “crisis de inseguridad” en su distrito es parte “de la situación social que se vive en todo el país, no sólo en Junín”. Y recordó que “hace 40 días” alertó al Ministerio de Seguridad bonaerense y recibió “patrulleros”, pero que pidió “refuerzos” de Policía Federal y Gendarmería a Garré sin resultados.

Garré respondió que “si realmente le hubiera preocupado la situación antes de que se volviera crítica, debería haber alertado de la misma y solicitado los efectivos que entiende necesarios al gobernador Daniel Scioli y a su ministro de Seguridad y Justicia, Ricardo Casal, que son los responsables de la seguridad de acuerdo con las constituciones de la Nación y la provincia”.

La funcionaria le recordó a Meoni que la presencia de la Gendarmería en territorio bonaerense se da “en casos puntuales”, a los fines de “contribuir a la tarea de la policía provincial” en zonas particularmente violentas del Gran Buenos Aires. Por otra parte, Garré detalló que “la Policía Bonaerense dispone de una estructura de 60 mil efectivos, cuya única y exclusiva responsabilidad es cuidar la seguridad de los ciudadanos y ciudadanas de la provincia de Buenos Aires, mientras que la Gendarmería, Prefectura, Policía de Seguridad Aeroportuaria y Policía Federal disponen en total de 100.000 miembros para desplegar distintas funciones y acciones en todo el territorio nacional”.

“Ni el intendente Meoni ni ningún otro funcionario pueden pretender que Gendarmería Nacional se convierta en la Policía Bonaerense Dos”, concluyó.