El homenaje al ex presidente venezolano Hugo Chávez en la Cámara de Diputados estuvo cruzado por la designación del cardenal Jorge Bergoglio como nuevo papa de la Iglesia Católica. Desde el kirchnerismo definieron a Chávez como un “líder popular” que “transformó Venezuela” y “un amigo entrañable” de la Argentina, que “junto a Néstor, Lula y Cristina” comenzó a construir “la integración latinoamericana”. Opositores como Fernando “Pino” Solanas, Claudio Lozano (UP), el socialista Juan Carlos Zabalza, Felipe Solá y hasta el radical Ricardo Gil Lavedra reivindicaron su labor a favor de los “marginados” venezolanos y la “integración regional”; mientras que el peronismo disidente, el macrismo y la CC prefirieron marginarse del homenaje. La oposición pidió un cuarto intermedio para escuchar al arzobispo de Buenos Aires ya como Francisco, pero el oficialismo se negó aunque luego elaboraron en conjunto una declaración de “orgullo, emoción y beneplácito” por el nombramiento de Bergoglio. El Senado homenajeó a Chávez con un minuto de silencio.

“A Venezuela, que le queda más fácil mirar hacia el Norte que al Sur, Chávez la puso mirando al Sur. Se encontró con esas presidencias deslegitimadas de los ’90, pero luego se encontró con Lula y Néstor Kirchner y empezó el trabajo de la integración latinoamericana. Ayudó a abortar el ALCA, un hecho fundacional, en el que Chávez tuvo un rol decisivo y protagónico”, dijo el jefe de la bancada K, Agustín Rossi.

Sin dejar de lado las diferencias, desde la oposición también resaltaron la importancia de Chávez para Venezuela. “La figura de Chávez surgió de un sistema democrático que no dio respuesta a la inmensa mayoría del pueblo cada vez más marginada, donde la renta petrolera tenía una distribución injusta que favorecía a minorías oligárquicas. Chávez pensó en lo popular, en los pobres, en los marginados y dio visibilidad a millones de venezolanos”, sostuvo el socialista Zabalza, tomando distancia de la visión de Hermes Binner.

“Más allá de su figura con matices polémicos, controvertido, fue un gran líder popular”, arrancó el radical Gil Lavedra sobre Chávez, quien definió como “abanderado que los países de Latinoamérica se paran frente a la hegemonía de los países centrales” y que favoreció a “sectores totalmente excluidos de un sistema que sumergía a miles de venezolanos en la miseria”.

La filomacrista Patricia Bullrich fue la única que arremetió contra Chávez a pesar de expresar sus condolencias. “Venezuela hoy está dividida, con una fortísima confrontación, fuerte abuso de poder y ataque a la libertad de prensa y al estado de derecho”, dijo. El presidente de la Cámara, Julián Domínguez, le recordó que se trataba de un homenaje y Bullrich desistió a regañadientes de continuar. Fue precisamente Domínguez quien comunicó la designación de Bergoglio: “Tenemos papa y es argentino”, soltó al pleno de la Cámara. Luego, algunos diputados pidieron un cuarto intermedio para escuchar las primeras palabras del papa. El oficialismo se negó, pero dejó en claro su “beneplácito” por su designación y aceptó redactar una declaración conjunta de todo el cuerpo.