El papa Francisco celebrará el 28 de marzo, Jueves Santo, en un centro penal de menores y no en la Basílica de San Juan de Letrán, como era habitual, informó ayer el Vaticano. Durante esa ceremonia, que se realizará en la localidad romana de Casal del Marmo, se llevará a cabo el ritual del lavatorio de pies.

Imitando lo hecho por Jesús con sus apóstoles, el pontífice lavará con agua los pies de doce menores recluidos en ese centro. Francisco modifica nuevamente las costumbres con esta nueva decisión, ya que hasta ahora en Jueves Santo se celebraba por la mañana en la Basílica de San Pedro y por la tarde la misa de la Cena del Señor en la Basílica de San Juan de Letrán. En esta ocasión, el Vaticano había informado que la misa se celebraría en la Basílica de San Pedro y no en la de San Juan de Letrán de Roma, ya que el Papa, que también es obispo de la ciudad, para esa fecha aún no habrá tomado posesión de esta basílica, que es la catedral de la capital italiana. Francisco tomará posesión de la de San Juan de Letrán después de Semana Santa. En tanto, la misa en el Instituto Penal de Casal del Marmo, donde se encuentran recluidos menores de ambos sexos tendrá lugar a las 17.30 hora local.

La sala de prensa del Vaticano explicó que cuando Francisco era arzobispo de Buenos Aires solía celebrar esta misa del Jueves Santo en una cárcel, un hospital o un casa de acogida para pobres o personas marginadas. “El papa Francisco continúa esta tradición, que debe estar caracterizada por un contexto de sencillez”, añadió el Vaticano. El resto de las celebraciones de Semana Santa, agregaron, se desarrollarán tradicionalmente y se darán más detalles en los próximos días.

Desde que fue elegido la semana pasada, el papa argentino rompió varias veces con el protocolo y demostró que prefiere la sencillez. Rechazó la vestimenta lujosa papal, se negó a viajar en limusina y abogó por una “Iglesia pobre, para los pobres”. Otra muestra de ello es que según un informe del diario italiano La Stampa, el nuevo pontífice ocupará una pequeña parte del apartamento que utilizaba su antecesor, el papa emérito Benedicto XVI.