El defensor del Pueblo, Eduardo Mondino, le envió al titular del PAMI, Juan González Gaviola, una síntesis de los reclamos más comunes que recibe su oficina por deficiencias en las prestaciones de la obra social, que abarcan casi todas sus prestaciones desde el suministro de medicamentos hasta el reintegro por sepelios.
Entre otras irregularidades, la Defensoría destacó en su informe la falta de provisión en forma “continua, regular, suficiente y oportuna” de medicamentos para pacientes con HIV y de drogas psiquiátricas. También recibió quejas por la “demora, falta de respuesta, exigencias burocráticas o rechazos para los pedidos de provisión de medicamentos de alto costo y baja incidencia” y por la “falta de provisión de tiras reactivas para diabéticos conforme a lo establecido en el Programa Médico Obligatorio”.
No fueron los únicos rubros en los que se detectó “falta de provisión”. Ocurrió algo similar con los audífonos, y además se resaltó la “falta de reintegros por sepelios, compra de prótesis y compra de medicamentos durante la suspensión de los servicios que debía prestar el PAMI”. Algunas operaciones complejas –como la de cataratas con colocación de lentes intraoculares– directamente no se hacían. Por otro lado, las ambulancias a domicilio tardaban una eternidad, y la atención de los médicos y paramédicos que acudían a las viviendas se calificó como “inadecuada”.