EL PAíS
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La pared
En agosto de 2002 había estado preso por robo agravado en banda y extorsión: usó una orden legítima de allanamiento para saquear un mercadito. Pese a ello el 1º de enero José Alberto Hernández ascendió a comisario a pedido del juez federal de Lomas Carlos Ferreyra Pella. En la dirección de delitos complejos y narcocriminalidad de Lomas de Zamora su jefe era el rotundo comisario Angel Casafús. Intervino en la investigación de dos secuestros sospechados de participación policial: los del adolescente Diego Peralta y el canillita Antonio Echarri. Fue el responsable de la fuga de uno de los secuestradores de Echarri, que luego apareció muerto. Esta semana un hombre denunció que Hernández y otros policías lo habían tenido secuestrado en el lugar más seguro imaginable para los delincuentes. “No estuvo detenido aquí, no figura en los libros”, respondió la policía. “Dejé mi firma en una pared de la comisaría”, explicó el denunciante. El comisario Hernández está prófugo desde hace 72 horas por secuestro extorsivo.
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