Tras la reunión con los funcionarios del gobierno nacional, la mayoría de la oposición marcó sus críticas al kirchnerismo por no brindarle una definición concreta de la estrategia a seguir luego de la resolución de la Corte Suprema de Estados Unidos. Sin embargo, el Gobierno también cosechó respaldos en la negociación con los fondos buitre y el juez Thomas Griesa. La UCR marcó la posición más moderada a través de su presidente, el senador Ernesto Sanz, quien adelantó que apoyarán la negociación de la deuda siempre y cuando no se trate de “aventuras, locuras ni estrategias amateur”. Las posturas más extremas vinieron de Fernando “Pino” Solanas y del Frente de Izquierda, que a través de Néstor Pitrola llamó a desconocer el pago de la deuda “ilegítima” y convocar a una consulta popular.

Lejos de una respuesta coordinada, la oposición desparramó distintas opiniones. Sergio Massa no asistió ayer al Congreso y salieron a hablar Darío Giustozzi, Graciela Camaño y Mario Das Neves, con un proyecto de crear una comisión bicameral de seguimiento de la deuda. “El Gobierno cometió errores, pero desde el Frente Renovador no vinimos a buscar culpables sino a aportar soluciones”, dijo Giustozzi.

La UCR, la Coalición Cívica y Libres del Sur mantuvieron una postura similar, marcando diferencias con el oficialismo pero con cierto aval al oficialismo. “La Coalición Cívica ARI le reclama al gobierno nacional que asuma con prudencia, sensatez y sobre todo con eficacia, las negociaciones con el juez Griesa y los bonistas”, sostuvo el diputado Fernando Sánchez, que cuestionó la propuesta “banal y distractiva” del massismo.

“El bloque Frente Amplio-Unen no los acompaña al entierro, les pide a ustedes que salven al enfermo que se está muriendo”, disparó Solanas, contradiciendo a sus propios aliados, mientras que desde el PRO Federico Pinedo advirtió que no se debe “sacar provecho partidista de esta situación” y anticipó que el macrismo va a “privilegiar el interés nacional” a pesar de las “barbaridades que se hicieron en Argentina”.